China, condenada a pagar 24 mil millones por su gestión del covid: una sentencia que puede cambiar la geopolítica mundial
Un fallo judicial histórico en EE.UU. que desafía la inmunidad soberana de China y abre una nueva puerta a represalias económicas y diplomáticas
China ha sido condenada a pagar 24.488 millones de dólares por su papel en la covid, en una sentencia histórica que desafía la inmunidad soberana de los Estados y puede cambiar las reglas del derecho internacional. Un juez de Missouri ha determinado que la República Popular China, el Partido Comunista Chino, el Instituto de Virología de Wuhan y otras entidades gubernamentales ocultaron la transmisión de la enferemdad, castigaron a los médicos que alertaron sobre el brote y acapararon equipos médicos esenciales mientras el mundo se sumía en el caos. Missouri ha logrado un fallo sin precedentes, que amenaza con embargar activos chinos, incluidas tierras agrícolas, para hacer cumplir la sentencia. Pekín ignora el proceso, pero la pregunta es inevitable: ¿habrá represalias económicas? La manipulación de suministros médicos, que permitió a China monopolizar el mercado global de mascarillas y respiradores, ha sido clave en el caso, y este veredicto podría inspirar a otras naciones a seguir el mismo camino. ¿Estamos ante el primer golpe legal contra China por su mala gestión, o ante el inicio de una guerra económica total?
La respuesta dependerá de la voluntad política de Occidente y de la capacidad de China para contener el impacto de esta sentencia. Este fallo representa el primer golpe judicial contra Pekín por su papel durante la era covid, su verdadero impacto se medirá en la ejecución de la sentencia y en la reacción internacional.
Missouri ha logrado lo impensable: Esta decisión sin precedentes, que acusa a la República Popular China y a una serie de sus entidades gubernamentales de ocultar información clave, manipular mercados y monopolizar equipos de protección personal (EPI), marca un antes y un después en la lucha por la responsabilidad internacional en crisis marcadas por la OMS.
Las consecuencias pueden ser devastadoras, para las relaciones entre China y EE.UU., y para la propia estabilidad del establishment a nivel mundial. Pekín ha ignorado el proceso judicial, pero la sentencia abre un nuevo frente de batalla en la guerra comercial, económica y política entre ambos países.
¿Qué llevó a Missouri a desafiar al gigante asiático? ¿Por qué esta sentencia puede tener un efecto dominó en otras naciones? ¿Cómo responderá China?
El caso Missouri vs. China: la batalla legal que ha puesto en jaque a Pekín
El Estado de Missouri, representado por su Fiscal General Andrew Bailey, interpuso una demanda en 2020 contra la República Popular China y varias de sus entidades estatales por su actuación durante la pandemia. Según la querella, China ocultó deliberadamente la transmisión de la enferemdad de persona a persona, castigó a médicos que alertaron sobre el brote y acaparó equipos médicos esenciales mientras el resto del mundo entraba en caos.
El tribunal estadounidense, tras años de litigio, falló en contra de China el 7 de marzo de 2025, ordenando el pago de una compensación multimillonaria. Entre los acusados se encuentran:
La República Popular China (gobierno central de Pekín)
El Partido Comunista de China (que controla todas las decisiones del Estado)
La Comisión Nacional de Salud de la República Popular China (responsable de la gestión sanitaria del país)
El Ministerio de Gestión de Emergencias de China (encargado de coordinar respuestas a desastres)
El Ministerio de Asuntos Civiles de China (que supervisa la respuesta gubernamental en situaciones de crisis)
El Gobierno Provincial de Hubei (epicentro del brote de COVID-19)
El Gobierno Municipal de Wuhan (donde se localiza el Instituto de Virología)
El Instituto de Virología de Wuhan (señalado como posible origen del virus)
La Academia China de Ciencias (principal organismo científico del país, involucrado en investigaciones sobre el virus)
La denuncia argumentó que China utilizó su poder para manipular la narrativa sobre la pandemia, dificultando la respuesta global y obteniendo ventajas estratégicas en el comercio de suministros médicos.
Los crímenes de China según la justicia de EE.UU.: encubrimiento, manipulación y monopolización.
¿Qué dice la sentencia?:
El tribunal ha considerado que las pruebas presentadas por Missouri son suficientemente sólidas para responsabilizar a China en tres aspectos clave:
1. Encubrimiento de la enfermedad y manipulación de la información
China supo desde diciembre de 2019 que el covid se transmitía entre humanos, pero negó esa información hasta el 20 de enero de 2020.
Mientras restringía internamente los viajes dentro de China, permitió vuelos internacionales desde Wuhan, facilitando la propagación de la enferemdad.
Silenció y castigó a médicos como el Dr. Li Wenliang, un oftalmólogo chino que trabajaba en el Hospital Central de Wuhan y que advirtió a sus compañeros en diciembre de 2019 sobre el posible brote de una enfermedad parecida al síndrome respiratorio agudo grave SARS, después conocido como covid, quien intentó alertar sobre el brote.
Obligó a eliminar registros médicos y datos genómicos para retrasar la respuesta global.
La manipulación informativa hizo que países como EE.UU., Italia, Francia o España, reaccionaran tarde, provocando un colapso sanitario y económico.
2. Acaparamiento y Manipulación del Mercado de Equipos Médicos
Mientras negaba la gravedad de la crisis, China compró masivamente EPI en enero y febrero de 2020, agotando los suministros a nivel mundial.
Nacionalizó fábricas extranjeras en su territorio, incluyendo empresas estadounidenses, impidiendo la exportación de material médico.
Incrementó su producción de mascarillas de 20 millones a más de 100 millones diarias, pero restringió su venta internacional hasta que los precios se dispararon.
Exportó equipos defectuosos a otros países, incluyendo pruebas y mascarillas inservibles, lo que agravó la crisis.
Según la sentencia, estas acciones no fueron solo una respuesta a la declaración de emergencia por covid, fue una estrategia deliberada para obtener ventajas económicas y diplomáticas.
3. Daños Económicos y Humanos en Missouri
El Estado de Missouri presentó pruebas de que sus hospitales, empresas y ciudadanos sufrieron pérdidas devastadoras debido a las acciones de China:
Más de 20.000 muertes solo en Missouri relacionadas con covid.
Pérdidas económicas de más de 8.000 millones de dólares en ingresos fiscales, la ley da derecho a multiplicar por 3 las pérdidas.
Un gasto adicional de 122 millones de dólares en EPI debido a la escasez y el aumento de precios causado por China.
Cierre de negocios, desempleo masivo y colapso sanitario.
El tribunal concluye que las acciones de China constituyeron un ataque directo contra la estabilidad económica y social del estado.
La respuesta de Missouri: ¿cómo hará efectiva la sentencia?
China ha ignorado el fallo y ha dicho que no va a acatar la sentencia. Sin embargo, el Fiscal General Bailey ya ha anunciado medidas agresivas para ejecutar la sentencia:
Confiscación de activos chinos en EE.UU., incluyendo tierras agrícolas en Missouri.
Colaboración con la administración Trump para identificar y expropiar bienes chinos en territorio estadounidense.
Bloqueo de inversiones chinas en sectores estratégicos como tecnología y salud.
EE.UU. parece dispuesto a escalar el conflicto con China: ¿Se avecina una nueva guerra económica?
La sentencia contra China no es solo una cuestión legal; es una declaración de intenciones de Washington sobre cómo enfrentará a su mayor rival geopolítico. La decisión de Missouri, sumada a la intención de confiscar activos chinos en suelo estadounidense, puede ser el inicio de una serie de medidas de represalia que alteran la ya tensa relación entre ambas potencias.
El papel de la OMS en el encubrimiento inicial del covid también será cuestionado, ya que informes han revelado que China presionó a la organización para retrasar alertas sobre la transmisión de la enfermedad.
La posible respuesta de China: Represalias económicas y diplomáticas
China no se quedará de brazos cruzados. El régimen de Xi Jinping puede querer tomar medidas de represalia contra EE.UU. u otros países que se alineen con Missouri. Algunas posibles respuestas incluyen:
Bloqueo de exportaciones de minerales clave para la producción de tecnología en EE.UU. (litio, tierras raras).
Nacionalización de empresas estadounidenses en China como represalia a la confiscación de activos chinos en EE.UU.
Restricciones comerciales contra empresas de Missouri o sanciones a funcionarios estadounidenses involucrados en la demanda.
Presión sobre aliados de EE.UU. en Asia y Europa para que no reconozcan el fallo judicial ni presenten demandas similares.
Pekín ha demostrado en el pasado que no teme utilizar su poder económico para castigar a quienes considera enemigos. En 2020, las relaciones entre China y Australia se tensaron significativamente después de que el gobierno australiano, liderado por Scott Morrison, solicitara una investigación internacional sobre los orígenes del covid. Esta investigación fue percibida por Pekín como una acusación directa y una amenaza a su imagen internacional.
En respuesta, China utilizó su influencia económica para imponer restricciones comerciales a varios productos australianos, como la cebada, el vino, la carne vacuna y el carbón. Estas medidas incluyeron aranceles elevados, prohibiciones y otras barreras comerciales. Dado que China es uno de los principales socios comerciales de Australia, estas acciones buscaban ejercer presión económica y política sobre Canberra.
Sin embargo, Australia logró mitigar parte del impacto al diversificar sus mercados de exportación, encontrando nuevos destinos para sus productos. Estos hechos son solo un ejemplo de cómo China puede utilizar su poder económico como herramienta de política exterior para responder a lo que considera desafíos o provocaciones.
El impacto en la guerra comercial entre EE.UU. y China
Esta sentencia llega en un momento de máxima tensión entre ambas potencias. La guerra comercial que comenzó bajo la administración Trump nunca se detuvo realmente, y esta puede ser la excusa perfecta para una nueva escalada de aranceles y sanciones.
Trump ya dicho que, impondrá aranceles sobre productos chinos.
El Congreso estadounidense pude a parte de ahora elaborar borradores y proyectos de Ley a fin de que sean aprobadas para restringir la inversión china en sectores estratégicos.
El desacoplamiento económico entre EE.UU. y China pes posible que se acelere, con empresas estadounidenses retirando su producción de China hacia países como India, Vietnam y México.
En términos geopolíticos, este fallo refuerza la estrategia de "contención de China" que EE.UU. viene promoviendo en los últimos años.
China enfrenta ahora un dilema estratégico: ignorar la sentencia y arriesgarse a más confiscaciones de activos o intentar un acuerdo con EE.UU. para minimizar el impacto de futuras demandas.
Lo que está claro es que Missouri ha logrado lo que nadie había conseguido antes: desafiar legalmente a la segunda potencia mundial y obtener un fallo en su contra.
OMS, China y la gran cortina de humo: El precedente que redefinirá el orden sanitario internacional
La Organización Mundial de la Salud, en su afán de mantener una imagen de neutralidad y solidez, se alineó de manera tajante con Pekín, hasta el punto de desestimar críticas fundamentales sobre su mala gestión. Cuando el presidente Donald Trump firmó la orden ejecutiva el 20 de enero de 2025, que obligó a EE. UU. a retirarse de la OMS, se evidenció un recorte colateral: la credibilidad de la entidad se vio mermada de forma irreversible. La misma institución, que en sus inicios desestimó sin fundamentos científicos los confinamientos generalizados; una medida a la que, apenas siete días después, Tedros Ghebreyesus director general de la OMS elogió por haber sido aplicada por Xi Jinpin en un sorprendente giro de postura, ha demostrado un sesgo innegable hacia China, ocultando hechos cruciales y dejando de lado la transparencia que es exigible a la salud mundial.
La sentencia histórica de Missouri, que condena a China, expone con crudeza una estrategia de encubrimiento y manipulación. Mientras Estados Unidos buscaba responsabilizar a la República Popular China y a entidades tan esenciales como el Partido Comunista, la Comisión Nacional de Salud, el Ministerio de Gestión de Emergencias, el Ministerio de Asuntos Civiles, los gobiernos de Hubei y Wuhan, el Instituto de Virología de Wuhan y la Academia China de Ciencias, la OMS se erigió, en baluarte de protección del gigante asiático, barriendo para su casa y poniendo cuidadosamente "toda la porquería debajo de la alfombra".
Este episodio no solo desvela una alianza opaca entre la OMS y China, sino que además invita a repensar la verdadera función de los organismos internacionales en momentos de crisis. El hecho de que decisiones tan drásticas , como los confinamientos de personas sanas sin un respaldo científico contundente, fueran aprobadas y posteriormente certificadas y sancionadas por OMS, revela un preocupante debilitamiento de la objetividad médica y científica. La OMS, en su búsqueda de refugio en el poderío chino, no ha dejado ni siquiera entrever una rendición de cuentas parcial, lo que se ha traducido en una pérdida de credibilidad ante el mundo.
Esta situación plantea una interrogante crucial: La sentencia contra China no es el final de un proceso, es un punto de inflexión para rescatar la integridad del sistema sanitario internacional. Frente a un panorama en el que la OMS ha mostrado inclinaciones que favorecen intereses políticos y económicos, el desafío consiste en reinventar un marco en el que la ciencia y la salud pública prevalezcan sobre las alianzas geopolíticas. Un desafío que, de ser asumido con la debida seriedad y autonomía, puede allanar el camino hacia un futuro en el que la justicia y la transparencia sean las piedras angulares de la respuesta a las crisis.
Figuras como Robert Francis Kennedy , el Dr. Jay Bhattacharya y el Dr. el doctor Marty Makary están asumiendo roles estratégicos en el gobierno de Estados Unidos. RFK Jr., en su nuevo cargo como Ministro de Salud, se perfila como un crítico implacable de las narrativas manipuladas y de la censura sistemática que durante años ha permitido la proliferación de mentiras. Su voz, desafiante, promete desmantelar los mitos que se han repetido sin cuestionamiento.
El Dr. Jay Bhattacharya, al asumir la dirección de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), aportará un rigor científico renovado. Con su historial en investigación y análisis crítico, se espera que Bhattacharya exponga las falacias detrás de decisiones tan controvertidas como los confinamientos generalizados, medidas que, sin respaldo científico sólido, se impusieron de forma autoritaria en el nombre de la salud pública. Por otro lado, el doctor Marty Makary, ahora como Comisionado de la FDA, se encamina a restaurar la credibilidad de la agencia reguladora, poniendo fin a años de desinformación y control excesivo que relegaron a la verdad a un segundo plano.
Estos tres titanes de la salud pública actuarán de forma coordinada para derribar una agenda que, por demasiado tiempo, se impuso sobre la población mediante el uso reiterado de mentiras y la censura de hechos críticos. La combinación de un fallo judicial contundente contra China y el cambio de guardia en las instituciones sanitarias de EE. UU., constituye un golpe mortal a aquella narrativa manipulada que logró encerrar al mundo en un mal sueño.
Ahora, millones de personas despertarán a una realidad donde la transparencia y el rigor científico prevalecen sobre intereses geopolíticos y económicos. La verdad, por fin, se alza como un faro en medio de la oscuridad, y la nueva dirección en la política sanitaria promete exponer las mentiras que durante años se han intentado imponer como dogma, además impulsar reformas profundas que aseguren que las decisiones en materia de salud pública se basen en evidencia y ética.
Estamos ante un nuevo hito histórico que marca el inicio de una era en la que la verdad y la justicia vuelven a ser los pilares fundamentales, desmantelando viejos esquemas y abriendo paso a un sistema sanitario verdaderamente responsable. Esta transformación, que sacude los cimientos de las instituciones internacionales, encamina al mundo hacia un futuro donde la política y la salud se rijan por principios inquebrantables de transparencia, rigor científico y, sobre todo, honestidad.
REFERENCIAS
Sentencia original en inglés: https://drive.google.com/file/d/1_IBoKVz4Gr_27pr6_E6CdOoVqpJ71hBM/view?usp=sharing
Sentencia traducida al español: https://drive.google.com/file/d/1_IBoKVz4Gr_27pr6_E6CdOoVqpJ71hBM/view?usp=sharing
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Dra. Natalia Prego Substack es una publicación con el respaldo de los lectores, en colaboración con Antonio Vila, artista e investigador independiente. Para recibir nuevos posts y apoyar, considere que si hace una suscripción de pago está haciendo una donación para apoyar, o suscríbase gratis.