Cómo un juez está desenmascarando la oscura burocracia detrás de las vacunas covid: La batalla por la transparencia detrás de la vacuna Pfizer; Parte 2.
¿Cómo procesó la agencia reguladora de medicamentos FDA, la autorización de emergencia de las llamadas “vacunas” covid en 15 días y, sin embargo, le tomaría 75 años explicarlo?
El 10 de enero de 2025 el juez Mark Pittman falló que antes del 30 de junio debe recibir el expediente completo de autorizacion de emergencia de las llamadas vacunas covid de Pfizer.
La vacuna de Pfizer fue aprobada para uso de emergencia (EUA) en un tiempo récord: 21 días para Pfizer desde su solicitud.
La Ley de Libertad de Información (FOIA) garantiza a los ciudadanos el derecho a acceder a datos públicos.
La FDA (U.S. Food and Drug Administration) inicialmente quería ocultar los documentos hasta el año 2096.
Esta información incluye datos cruciales sobre la eficacia, efectos secundarios y ensayos clínicos.
El juez Mark Pittman calificó las demoras de la FDA como injustificadas y contrarias al interés público.
La demanda fue presentada por una organización comprometida con la transparencia en salud pública.
La FDA alegó que carece de los recursos necesarios para procesar rápidamente la información.
La producción de estos documentos fue interrumpida por más de 14 meses.
La FDA había presentado documentos por obligación legal al juez, pero la demandante puso en conocimiento del juez que seguían sin presentarse datos de seguridad del expediente de autorización de emergencia de las Vacunas. A partir de aquel momento la FDA solicitó al juez la exención de la presentación del expediente de concesión de autorización de emergencia
Juez Pittman: “La pandemia de covid ha sido descrita como un evento que ocurre una vez cada siglo”.
La información en cuestión afecta directamente la confianza del público en las instituciones.
En 2020, la emergencia sanitaria buscaba soluciones rápidas, entre ellas la aprobación acelerada de las llamadas “vacunas” contra el Covid. La agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos revisó y aprobó el uso de emergencia de la llamada “vacuna” contra el Covid.
El escándalo es más grande de lo que imaginábamos: en solo 21 días, la FDA autorizó el uso de emergencia de la vacuna Pfizer, pero luego aseguró que necesitaría 75 años para revelar toda la información al público. ¿Cómo es posible que una agencia que aprobó una vacuna en solo 21 días ahora argumente que necesita casi un siglo para mostrar los datos que respaldan esa decisión? Esto no solo desafía la lógica, sino que plantea una pregunta crucial. Si el desarrollo y la aprobación de las vacunas fue tan transparente y riguroso como nos aseguraron, ¿por qué tanto secretismo? ¿Por qué un proceso acelerado para aprobarlas, pero una lentitud asombrosa para exponer los datos al escrutinio público? ¿Qué se está escondiendo tras las cortinas del secretismo?
En 2021, un grupo de profesionales médicos Public Health and Medical Professionals for Transparency (PHMPT), integrada por profesionales de la salud pública, la medicina, la ciencia y el periodismo, presentó una demanda en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) exigiendo que la FDA haga públicos los documentos utilizados para aprobar la vacuna de emergencia de Pfizer. La FDA, en una respuesta desconcertante, pidió al juez un plazo de 75 años para cumplir con la entrega de esta información, citando limitaciones de personal y recursos. En otras palabras, pretendían hacer públicos los datos en 2096, mucho después de que este capítulo de la historia se cerrara para todos los implicados.
El juez Pittman, fiel a su compromiso con la transparencia, negó rotundamente esta solicitud. Señaló que "la información obsoleta es de poco valor" y estableció un plazo para que los documentos se publiquen en un plazo razonable. Según la resolución, la FDA debe producir 12.000 páginas antes del 31 de enero y 55.000 páginas cada 30 días a partir del 1 de marzo. Por lo tanto, estos archivos deben presentarse antes del 30 de junio de 2025, lo que destaca la importancia de que el público pueda acceder a la información esencial de manera oportuna.
“La información es la moneda de cambio de la democracia, y sólo es útil si se presenta en el momento oportuno.” Estas palabras del juez Mark Pittman suenan como un grito de guerra en un momento en que la confianza en las instituciones está al borde del colapso. Cuando la agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), pidió 75 años para publicar documentos relacionados con la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer, muchos de nosotros lo interpretamos como una afrenta directa al derecho del público a saber.
En su fallo, el juez Pittman ha sido categórico: “Justicia demorada es justicia denegada.” La FDA no sólo incumplió con la transparencia que exige la Ley de Libertad de Información (FOIA), sino que intentó justificar lo injustificable. El juez dejó claro que la excusa de la falta de recursos no es válida cuando hablamos de información que afecta a millones de personas, especialmente después de que cientos de ellas fueran “citadas y una gran parte coaccionados a tomar una vacuna que fue desarrollada y aprobada para uso de emergencia a un ritmo sin precedentes.”
75 Años: Una Burla a la Democracia
El juez subraya un principio simple: “Es axiomático que la información que afecta directamente a toda la ciudadanía no puede ser producida a un ritmo tan lento”. La idea de que una generación entera pueda vivir y morir sin tener acceso a esta información es, cuanto menos, alarmante. No estamos hablando de detalles triviales, sino de datos que, con toda seguridad, pueden arrojar luz sobre los efectos secundarios, la eficacia real o no de la llamada “vacuna” y los procesos detrás de su desarrollo.
Si la FDA tuvo la capacidad de analizar millones de páginas en cuestión de días para aprobar la vacuna, ¿por qué afirman ahora que el mismo conjunto de datos requiere casi un siglo para ser publicado? La Verdad No Puede Esperar
En un gesto que pone de manifiesto la importancia de la transparencia, el juez citó: “La verdad finalmente prevalecerá cuando se hagan esfuerzos para sacarla a la luz.” No hay lugar para excusas burocráticas cuando está en juego la confianza pública. La FDA intentó enterrar los datos bajo una montaña de retrasos, pero el fallo expuso sus intenciones. Como dijo el juez: “Los tiempos sin precedentes exigen acciones sin precedentes”.
El “secretismo” alimenta la desconfianza
Cada día que pasa sin la divulgación de estos documentos erosiona la confianza del público en las instituciones encargadas de proteger la salud. “La información obsoleta es de poco valor.” Cuando el público no tiene acceso oportuno a los datos, florecen las teorías conspirativas y la desconfianza. Este secretismo perjudica a la FDA, pero más aún, perjudica la percepción de la ciencia en general.
El juez recordó la importancia de la FOIA: “El propósito básico de la Ley de Libertad de Información es asegurar una ciudadanía informada y perforar el velo del secreto administrativo.” En otras palabras, una democracia no puede funcionar en la oscuridad.
El juez concluye su fallo con una frase lapidaria: “Que las fichas caigan donde tengan que caer.” No se trata de un simple juicio sobre la producción de documentos, sino de un acto de resistencia a la opacidad. La FDA debe rendir cuentas, porque la ley lo exige, y porque la confianza pública depende de ello.
La pandemia fue, como describió el juez Pittman,, “un evento que ocurre una vez cada siglo, sin precedentes en la era moderna.” En tiempos tan extraordinarios, la transparencia no es un lujo, es una necesidad. Las instituciones que se niegan a rendir cuentas a los ciudadanos a los que sirven sólo alimentan el escepticismo y la división.
El caso FDA-Pfizer es una brutal demostración diaria de que la verdad no tiene por qué ser un premio reservado para las generaciones futuras. Como ciudadanos, tenemos el derecho, pero sobre todo el deber, de exigir que quienes toman decisiones en nuestro nombre lo hagan bajo el escrutinio más riguroso.
La transparencia es una piedra angular de la democracia: como dijo el presidente Lyndon B. Johnson al firmar la Ley de Libertad de Información: ‘Una democracia funciona mejor cuando la gente tiene toda la información que la seguridad de la Nación permite. La FDA ha ignorado este principio en su intento de ocultar información crucial sobre la vacuna.
Exponer claramente la verdad al público es, en realidad, confiar en nuestra capacidad para manejarla. Abraham Lincoln creía en el poder del pueblo para enfrentar los desafíos nacionales y dijo: ‘Creo firmemente en el pueblo y, si se le da la verdad, se puede confiar en él para enfrentar cualquier crisis nacional.’ ¿Qué dice esto entonces sobre las agencias reguladoras de medicamentos cuando intentaron ocultar esa verdad durante 75 años?
Los esfuerzos por descubrir la verdad son esenciales, incluso cuando nos enfrentamos a todo tipo de resistencia, ya sea administrativa, burocrática o de otro tipo. El juez Pittman citó a George Washington al recordar que “la verdad finalmente prevalecerá cuando se hagan esfuerzos para sacarla a la luz.” Hoy en día, esta lucha por la verdad no debe depender de procesos judiciales, sino que debe convertirse en un compromiso inherente de las instituciones públicas hacia los ciudadanos.
Como hemos dicho en nuestro manifiesto los Médicos por la Verdad: “La verdad, como siempre, será la que nos haga libres.
La velocidad de aprobación no está alineada con el ritmo de divulgación de la información.
La decisión del juez Pittman sienta un precedente importante para futuros casos de FOIA.
Este caso expone las tensiones entre los intereses corporativos y el derecho del público a la información.
La presión social y judicial puede obligar a las instituciones a actuar con mayor transparencia.
Los documentos podrían revelar aspectos críticos del proceso de aprobación.
La ley está del lado de los ciudadanos cuando se trata de exigir rendición de cuentas.
El acceso a la información es esencial para evaluar las políticas de salud pública.
Exhortamos a todas las personas de buena voluntad a apoyar difundiendo este contenido en defensa de los derechos fundamentales y la transparencia en la gestión sanitaria.
REFERENCIAS
Sentencia denegando a la FDA archivar el caso en fecha de 6 de diciembre de 2024. https://drive.google.com/file/d/1ruv4Ch0kltRSnO_M-Sn_dAY5r-bHi-5W/view?usp=sharing
Sentencia original en inglés obligando a la FDA a presentar el expediente de autorizacion de emergencia de vacunas Covid de fecha 10 de enero original. https://drive.google.com/file/d/1iRKXKnkaXP1jfC-oB2YUjDdqDS0o_e9Y/view?usp=sharing

Sentencia en español obligando a la FDA la a presentar el expediente de autorizacion de emergencia de vacunas Covid de fecha 10 de enero. https://drive.google.com/file/d/1Z2RMtBodRl5guyRbHuuRbJq9h4TceYJw/view?usp=sharing
Judge: FDA Cannot Have Until 2076 to Disclose Pfizer/BioNTech Vaccine Data
Judge: FDA Cannot Have Until 2076 to Disclose Pfizer/BioNTech Vaccine Data - BioSpace
Un juez estadounidense ordena a la FDA entregar datos sobre la vacuna COVID de Pfizer que no eran accesibles
Un juez estadounidense ordena a la FDA entregar datos sobre la vacuna COVID de Pfizer que no eran accesibles
FDA must disclose more COVID-19 vaccine records, US judge rules
Mike Scarcella. FDA asks Texas court to shut down COVID-19 vaccine records lawsuit https://www.reuters.com/legal/government/fda-asks-texas-court-shut-down-covid-19-vaccine-records-lawsuit-2024-10-18/
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¡¡¡¡¡¡Bravoooo por ese juez VALIENTE y ESCLARECIDO!!!!!!!!! Yo, a estas alturas, ya estoy concluyendo que estos SÁTRAPAS nos TESTEARON para COMPROBAR nuestro grado de IMBECILIDAD INNATA como para CREER en sus trapisondas. A medida que han ido constatando que NO TODOS somos imbéciles ni CREDULONES, han ido recurriendo a otras herramientas de persuasión, pero YA ES TARDE: NO LES CREEMOS, NO LES DAMOS CRÉDITO y EXIGIMOS QUE TENGAN SU ESCARMIENTO y que SE LOS OBLIGUE A DESDECIRSE. Su COMPLICIDAD con el TERRORISMO SANITARIO está tomando ahora el ropaje de TERRORISMO CLIMÁTICO y muy pronto se decantarán por el TERRORISMO HOLOGRÁFICO para EMBAUCARNOS nuevamente. Pero ya NOS DIMOS CUENTA y NO RECAEREMOS en sus ABYECTAS IMPOSTURAS. Gracias, apreciada Doctor Natalia, por esta información que nos enriquece, que nos empodera y que nos deja una esperanza. Desde Mendoza, Argentina: mi REDOBLADA admiración por su gesta personal y, también. por ese colectivo de PRIVILEGIO que es MÉDICOS POR LA VERDAD. Un abrazo del alma.