En el epicentro de la información de los medios a nivel global, una sombra inquietante se cierne sobre la salud infantil en China. Con un aumento inusual de casos de neumonía en niños.
la Organización Mundial de la Salud (OMS), solicita información a China en busca de motivos para declarar nuevas pandemias.
Las autoridades sanitarias chinas NO han descubierto ningún patógeno nuevo o inusual ni cuadros clínicos inusuales.
La estrategia de pánico del establishment. El miedo nubla el cerebro, nos vuelve maleables, controlables e indefensos.
La OMS en su lucha por imponer la censura camuflada de lucha contra la desinformación postula que NO deberíamos pensar. Que debemos confiar en su gobierno y en sus expertos.
Estas palabras resuenan con un eco incómodo. La sugerencia de confiar ciegamente se convierte en un llamado a la reflexión.
"El miedo es una herramienta deliberada para mantener a la sociedad en un estado de sumisión".
Con el Coronavirus nos han mentido.
Las afirmaciones provocativas de la OMS invitan a cuestionar la narrativa predominante. El coronavirus no es como pretenden una verdad única, hay más en juego de lo que se nos dice.
Mientras buscamos respuestas, es crucial no sucumbir a la manipulación del miedo.
En un mundo donde la OMS informa a base de transparencia esquiva, es nuestra responsabilidad cuestionar, indagar y desentrañar la verdad.
La neumonía infantil en China puede ser solo la punta del iceberg, y desvelar la verdad debe ser siempre el primer paso hacia la recuperación de nuestras vidas.
¿Cuándo recuperaremos finalmente nuestras vidas?