El Legado del Congreso Mundial de Médicos pela Vida 2024 en São Paulo
Un espacio para el conocimiento, la libertad médica y la colaboración en un mundo que necesita respuestas integrales.
El III Congreso Mundial de Médicos por la Vida, realizado con la esperanza de que llegue a la sociedad, una chispa de autenticidad en medio de tanto ruido.
Celebrado en São Paulo del 6 al 8 de septiembre de 2024, ha sido sin duda un faro de esperanza en el vasto y complicado panorama de la medicina actual. Un paso firme hacia un futuro en el que la salud de todos sea tratada con la dignidad que merece, en un mundo que aún se tambalea por los efectos de la era Covid. Este encuentro evoca la inquebrantable capacidad de los seres humanos para unirse en torno a la verdad, la ciencia y la salud. Los profesionales venidos de todos los rincones del mundo lo hicieron no solo movidos por la obligación profesional, sino también por una vocación mucho más profunda: la de servir a la humanidad y salvar vidas, un verdadero canto al altruismo médico y a la fraternidad científica, frente al persistente eco de disonancia de la propaganda en los medios de comunicación. En esta sociedad que trata de imponer un nuevo orden a través de la medicina, la ideología, el poder y la retórica de la programación neurolingüística en el ámbito de la Salud.
El congreso, dirigido por personalidades internacionales como el Dr. Joseph Varon, presidente de la FLCCC, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Houston, o el Dr. Antonio Jordão, presidente de Médicos Pela Vida, la Dra. Patricia Callisperis, el Dr. Ryan Cole, la Dra. Tess Lawrie, presidenta del Consejo Mundial de la Salud, yo misma en representación de Médicos por la Verdad (Doctors for Truth) y una larguísima lista de especialistas qen las 1ue no puedo nombrar porque olvidaría a algunos; mi inmensa gratitud a todos ellos.
En el Congreso de Sâo Paulo hemos demostrado la importancia de defender un enfoque médico basado en la evidencia, libre de presiones externas que, desgraciadamente, interfieren con demasiada frecuencia en la práctica clínica. El ambiente del congreso ha sido una cruzada moderna en la que la verdad científica parece estar sometida a un escrutinio inusitado, porque ahora entidades como la OMS afirman que la medicina basada en la evidencia y los datos no son suficientes si no se alinean con ciertas narrativas políticas preconcebidas. La medicina debe seguir siendo independiente, y eventos como este congreso son vitales para reafirmar ese compromiso.
Ha sido un espacio en el que el conocimiento ha fluido con generosidad y en el que se han presentado los avances más recientes de la medicina con el rigor y la pasión que solo pueden ofrecer los verdaderos defensores de la ciencia. Los temas tratados no podían ser más pertinentes: el largo Covid, los efectos adversos en todos los plazos de las llamadas «vacunas» Covid, la geopolítica de la salud, un espacio en el que expuse las razones por las que debemos rechazar las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional, aprobadas el 1 de julio de 2024, También abordamos temas como los tratamientos integrativos. Información que no solo es vital, sino que está en el centro del debate sobre cómo debemos o podemos afrontar el futuro inmediato de la salud mundial.
Hemos realizado presentaciones en las que nos hemos centrado en los tiempos en los que vivimos, en los que la medicina inmaculada está enredada en los tentáculos de la política y la geopolítica, mientras que las cuestiones en torno a las ideologías y la geopolítica que influyen en la medicina actual «¿Estamos en guerra?». No una guerra convencional, sino una batalla contra la parcialidad y la politización de la ciencia, cuestiones que se han colado en sesiones que en otros tiempos poco habrían tenido que ver con la salud.
En las sesiones dedicadas a la «libertad médica» y la «salud informada» se habla de la vida, la libertad y la búsqueda del conocimiento como principios eternos e inviolables. Porque es esa misma «libertad» la que ha sido instrumentalizada por la política para construir medidas coercitivas restrictivas y totalitarias, emanadas de altos cargos de Sanidad que deciden cuál debe ser la ciencia oficial. Como si la medicina pudiera ser una especie de despotismo en tiempos oscuros.
La libertad de la que tanto se habló durante la era Covid no es simplemente un concepto vacío, lleno de limitaciones y coacciones, no es solo un concepto filosófico, es una realidad que se alcanza cuando las personas están armadas con la información adecuada.
El sentimiento predominante entre los participantes fue de urgencia y responsabilidad. Los profesionales reunidos compartimos conocimientos, forjamos alianzas y redes de colaboración que trascienden fronteras. Estamos en un momento crucial de la historia de la medicina, y cada pequeño avance, cada nueva conexión, puede marcar la diferencia en la vida de millones de personas. Compartir investigaciones y experiencias con médicos de talla mundial nos sitúa en el poder de la colaboración internacional y en cómo, cuando trabajamos juntos, podemos lograr avances que realmente transforman vidas.
La conferencia fue una clara demostración de que la medicina está evolucionando en una dirección que sitúa al paciente en el centro. No basta, y nunca ha bastado, con aplicar tratamientos sin comprender el contexto humano que rodea a cada diagnóstico. Aquí se habló de las llamadas vacunas y de los tratamientos para los efectos adversos, pero también de los aspectos psicológicos, sociales y económicos que repercuten en la salud de cada persona. La medicina moderna, tal y como se abordó en este congreso, entiende que el bienestar no es un concepto unidimensional, y por eso se habló de la salud integrativa, una disciplina que busca curar, pero también prevenir, educar y cuidar en todos los ámbitos de la vida humana; «por el bien de la humanidad», una medicina «para y por la vida», porque la salud, la ciencia y la verdad no pueden moldearse según la ideología del momento. La medicina no puede utilizarse como campo de batalla.
Lo más destacado del evento no ha sido solo la calidad de las intervenciones, sino la apertura con la que se han desarrollado. Hubo momentos reservados a los médicos, en los que el debate técnico, riguroso y profundo permitió un fructífero intercambio de experiencias y conocimientos. Pero también hubo momentos abiertos al público, reflejo de una de las grandes lecciones de la era Covid: la necesidad de una comunicación honesta y directa entre los expertos y la sociedad. Porque la salud, en su esencia, no es solo una cuestión de tratamientos y diagnósticos; es también una cuestión de educación y comprensión.
La carta de São Paulo
Es una declaración que leí en español el último día, antes de finalizar el Congreso, es una declaración de principios, una reafirmación de que en tiempos de crisis deben prevalecer la ciencia, el conocimiento y la verdad, de que nuestra labor como médicos es, ante todo, servir a la humanidad con integridad, sabiduría y compasión.
¿Qué nos queda después de esto?
Nos queda un legado de colaboración entre medicina y sociedad fundamental colaboración, garantizando que los conocimientos se traduzcan en beneficios tangibles para los pacientes y la sociedad en general. Nos quedan los ecos de intensas jornadas en las que nos reunimos médicos de todo el mundo, un intercambio de conocimientos, y una celebración de la libertad médica y la colaboración internacional. Sobre todo nos queda un compromiso reforzado para aplicar estos aprendizajes en nuestras comunidades. Este congreso ha dejado una huella indeleble, recordándonos que la ciencia y la medicina avanzan mejor cuando se practican con libertad y en colaboración.
EL SIGUIENTE
El próximo III Congreso Médico, Científico y Jurídico: Libertad de información, libertad de decisión, libertad de tratamiento, que se celebrará en Pontevedra los días 18, 19 y 20 de octubre de 2020.
Con conferencias en vivo de:
Dra. María José Martínez Albarracín
Dra. Karina Acevedo
Dra. Roxana Bruno
Dra. Teresa Forcades
Dr. Alejandro Sousa
Dr. Juanjo Martínez
Dr. Ángel Ruiz Valdepeñas
Dr. Miguel García Báez
Jon Ander Echevarría
Dra. Natalia Prego
Eva Manich Navarro (abogada)
Inés García Troitiño (abogada)
Víctor Morales (abogado)
Ven y conócelos en persona.
Información e inscripciones: mxlv.es
La tarea que tenemos por delante es ardua, no es fácil, pero si algo ha quedado claro es que estamos preparados para afrontar los retos de la era post-Covid, para replantear nuestras estrategias y para seguir innovando en beneficio de la vida.
Médicos por la Verdad teléfono de asistencia 365 días al año, de 10 a 22 horas (horario de Madrid): +34 680 58 30 89.
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