El tratado pandémico al borde del abismo, se desmorona y se hunde antes de nacer: La OMS ha vuelto a perder la batalla de su utópico tratado pandémico en diciembre de 2024
El tratado pandémico: una carrera perdida contra el tiempo ante el regreso del escepticismo
El Órgano Intergubernamental de Negociación (INB) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargado de elaborar y redactar u tratado de Pandemias, había convocado de prisa y corriendo unas reunión de emergencia durante la semana del 2 al 6 de diciembre de 2024, unas reuniones a la desesperada a las que querían dar la apariencia un ejercicio de cooperación internacional genuina. El objetivo era claro: acelerar la firma de un tratado pandémico antes del 20 de enero de 2025, fecha marcada en rojo en el calendario político ante la investidura del nuevo presidente de Estados Unidos. A partir de ese día, el nuevo director de los institutos nacionales de Salud de Estados Unidos, encabezado por el Doctor Jay Bhattacharya y Robert F. Kennedy Jr., como secretario de Salud y Servicios Humanos, con un enfoque en nutrición, críticas a la industria farmacéutica y promesas de reformar agencias de salud y investigación podrían ocupar posiciones clave en la política sanitaria si su nominación es ratificada por el Senado. bajo la administración de Donald Trump. Las reuniones del INB se convocaron por temor de que la visión crítica hacia la OMS pueda dinamitar cualquier posibilidad de avance en las negociaciones.
El trasfondo de esta urgencia es clarísimo; una retirada de Estados Unidos del tratado, liderada por una administración que estámostrando recelo hacia la medicina generalizada y el sometimiento al "globalismo sanitario ", lo que podría provocar un efecto cascada, arrastrando a países satélites alineados con Washington hacia una postura de desmarque total. El tratado pandémico, no ha avanzado durante los últimos 4 años ni a paso de tortuga, ni ante estas reuniones de urgencia mantenidas en diciembre de 2024, en medio de tensiones geopolíticas, intereses farmacéuticos y disputas regionales, y así es como devenido en encontrarse atrapado en un callejón sin salida.
Desde una perspectiva crítica, este artículo desmonta la narrativa oficial que intenta presentar el tratado como una solución inminente y universal a las pandemias. Muy al contrario, los eventos recientes confirman que estamos ante un proyecto que no verá la luz, como quería la OMS en Mayo y principios de Junio de 2024, ni ahora en diciembre de 2024. Las tensiones entre la Unión Europea, las demandas del Grupo Africano, y la creciente desconfianza de potencias como Estados Unidos hacia esta institución global no son meros obstáculos temporales; son síntomas de un sistema fracturado, donde la solidaridad internacional que proponen las grandes farmacéuticas con sus beneficios económicas, a través de la OMS, es un concepto que pretendían que fuera romántico ante la ciudadanía pero que en 4 años no ha superado el hecho de que pueda ser operativo.
El INB puede haber corrido contra el reloj en esta última reunión, pero el tiempo ya no está de su lado. La pandemia de covid-19 dejó al descubierto los intereses ocultos que rigen la política sanitaria global, y el tratado pandémico parece más un intento de maquillar esas fisuras que de resolverlas. Con la entrada de figuras como Kennedy Jr. y Bhattacharya, conocidas por su escepticismo hacia los mandatos de confinamientos e imposiciones totalitarias internacionales que no estaban basadas en ningún tipo de medicina basada en la evidencia, la posibilidad de alcanzar un acuerdo efectivo se evapora como un espejismo en el desierto geopolítico.
En este artículo exploro las razones fundamentales de este fracaso anunciado, desde el desmoronamiento de unos ideales utópicos globalistas, hasta el ascenso de un orden que privilegia la soberanía de los derechos humanos fundamentales sobre los compromisos de un bien común colectivo jurídicamente inexistente. Porque, aunque las élites diplomáticas de la OMS intenten apresurar la firma de un acuerdo, el tratado pandémico está condenado a quedar archivado como otro plan irrealizable, víctima de sus propias contradicciones de un mundo que nunca aprendió a trabajar verdaderamente por algo que no fuera el beneficio económico de los mercados financieros en el sector salud.
En un escenario saturado de negociaciones titánicas y posturas irreconciliables, la OMS se encuentra atrapada en su propia paradoja: un organismo que proclama la salud como derecho universal, pero cuyas acciones han puesto de manifiesto claramente su inclinación por preservar privilegios corporativos y agendas ultra nacionales.
Mientras la maquinaria internacional del INB intentaba desesperadamente consolidar un acuerdo antes de 2025, la sombra de Donald Trump emergía como un espectro disruptivo para sus planes.
Su retirada de acuerdos clave durante su primer mandato revive en el consciente colectivo de la OMS que su agenda prioriza los intereses nacionales por encima de todo. Si Trump decide apartarse del tratado, su decisión podría desencadenar un efecto dominó en aliados estratégicos, fracturando aún más un panorama para la Organización Mundial de la Salud ya debilitado.
En las mesas de negociación del INB, las disputas entre la Unión Europea y el Grupo Africano dejan ver a las claras, hipocresías inherentes al sistema. Los países europeos, de los que todos conocen su historial de saqueo colonial y explotación de recursos en África, ahora se atrincheran en demandas de anexos vinculantes que imponen costosos sistemas de prevención pandémica. Mientras tanto, el Grupo Africano, consciente de los costos prohibitivos de tales medidas, busca una compensación mediante el acceso preferencial a los productos derivados de patógenos que ellos mismos reconozcan. Lo que hace visible los hechos; se trata de transacciones que ponen en nuestras conciencias que no encontramos mucho más ante negociaciones comerciales que ante esfuerzos éticos por proteger vidas humanas.
El acuerdo, bajo una retórica autocomplaciente de “equidad”, protege intereses farmacéuticos antes que derechos humanos fundamentales. Organizaciones como Oxfam han denunciado cómo los estados miembros estaban siendo empujados a postergar cuestiones críticas, como la participación en beneficios y la transferencia de tecnología, para un tiempo en el que el tratado ya estuviera firmado. Es decir, los países en desarrollo han estado siendo presionados para que aceptaran promesas vacías de contenido, mientras el sistema continuaba perpetuando las mismas desigualdades que supuestamente busca erradicar.
Dogmas y adoctrinamiento: el nuevo clero de la salud global
La era covid reveló algo más preocupante que la mera fragilidad de los grupos civiles a los que desde el oficialismo se encargaban de dividir desde dentro y desde fuera: un adoctrinamiento masivo que transformaba a médicos, científicos y ciudadanos en soldados de una narrativa polarizada, unificada, sin espacios para la disidencia. Las políticas de salud se han convertido en un nuevo catecismo, donde el procedimiento para someter a prueba la validez de las teorías científicas propuesto por Karl Popper o cualquier cuestionamiento ha venido en ser etiquetado de herejía. El uso de términos como "infodemia" por la OMS para justificar la censura de información alternativa, puesto que la OMS reconoce que puede tratarse de una cantidad excesiva de información ‒en algunos casos correcta, en otros no, es un reconocimeinto explícito de que pretende perseguir información correcta, lo cual no es sino un eco del pensamiento inquisitorial: proteger el dogma a toda costa. Y quién o qué tipo de monstruo podría decidir que una información debe ser perseguida y censurada porque alguien decidiera que aún tratándose de información cierta debe ser eliminada por considerarla excesiva?
Este clima de totalitarismo médico se ha infiltrado también en las aulas de medicina, donde los futuros profesionales son formados más para obedecer que para cuestionar. ¿Cómo puede sostenerse una ética médica auténtica cuando se enseña a los estudiantes que la lealtad al sistema prevalece sobre el verdadero y cierto juicio individual, sobre los conocimientos basados en la experiencia, la medicina basada en la evidencia, o los estudios observacionales? El resultado es una generación de médicos incapaces de desafiar las políticas que priorizan los beneficios de las farmacéuticas sobre la salud de sus pacientes.
Este no es el primer intento de consolidar un sistema de autoritarismo, bajo la bandera de la cooperación. Desde los acuerdos de Bretton Woods donde se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, usando el dólar estadounidense como moneda de referencia internacional. hasta la creación de la ONU, cada esfuerzo por instaurar un nuevo orden mundial ha sido moldeado por los intereses de potencias dominantes. El tratado pandémico no es diferente. Tiene la pretensión de ser un paso hacia la prevención de futuras pandemias, pero su verdadera esencia refleja la eterna lucha entre la moralidad o mejor dicho su carencia total y absoluta frente a los intereses de las grandes farmacéuticas y su inmneso poder.
Los cierto es que los dogmas, como los proyectos sobre una salud generalizada mundial actual igual para todos, siempre encuentran resistencia. La verdadera medicina, la que cura a personas individuales no surgió de la conformidad, sino del desafío a verdades incuestionables. Si algo puede salvarnos de un futuro de control general centralizado y obediencia ciega, será nuestra capacidad para cuestionar las narrativas que intenten imponer.
El tratado pandémico, tal y como lo han presentado en los borradores durante 2022, 2023 y 2024, no es más que un mosaico de intereses corporativos, rivalidades geopolíticas y gestos simbólicos vacíos de contenido. Alguien dijo durante las negociaciones: "No es un libro para colorear". Las áreas más cruciales del acuerdo, como el acceso a patógenos y la equidad en la distribución de beneficios, permanecen enredadas en compromisos débiles, términos ambiguos y propuesta de firma con desconocimiento total y absoluto de las partes de cómo se realizaría esta distribución de beneficios, cuando todo sabemos que se trata de miles de millones.
El desafío que enfrentamos con la OMS va más allá de la simple resistencia política. Es una crisis de credibilidad, alimentada por décadas de subordinación a intereses corporativos. Cómo desea cumplir su misión, si no ha roto con su turbio pasado lleno de errores e incongruencias en la toma de decisiones, ni ha abrazado una ética que valore la vida humana por encima de las ganancias.
En última instancia, estamos hablando de un microcosmos de nuestro tiempo: un período de inciertas promesas utópicas . Si hay algo que pueda evitar la división que han impulsado desde dentro y desde fuera mediante una guerra sucia contra el pensamiento crítico, para que siempre sigamos cometiendo los mismos errores que antes, es estar preparados para enfrentar las verdades incómodas y tomar las medidas adecuadas. Confucio dijo: “Es mejor encender una vela que maldecir en la oscuridad”, y eso es lo que distingue a los activistas de los que solo saben quejarse. Ya no es posible optar por mantenerse ocultos, protegidos por la comodidad de vanas ilusiones.
REFERENCIAS
Kerry Cullinan. No Pandemic Agreement This Year – And Doubt About Feasibility of May 2025 Deadline.
Trump propone a Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Servicios Humanos https://www.nytimes.com/es/2024/11/15/espanol/estados-unidos/donald-trump-robert-kennedy-salud.html
Donald Trump eligió al doctor Jay Bhattacharya para dirigir los Institutos Nacionales de Salud
Verdaderamente esta noticia me cambia la jornada ya que advierto un poco de BRISA FRESCA después de la TORMENTA. Leerte, apreciada Doctora Natalia, es para mí: ADENTRARME EN UNA ESPERANZA después de tanta borrasca. Celebro siempre pertenecer a tu espacio y poder disfrutar de tu prosa ágil, esmerada y CLARA. En mi calidad de Profesora de Lengua y Literatura debo destacar tu ESTILO IMPECABLE para comunicarnos noticias actuales y candentes. Desde Mendoza, Argentina: recibe mis mejores pensamientos y mi admiración por esa tarea titánica que vienes desarrollando para DESMONTAR IMPOSTURAS. Sin duda alguna tu espacio es un PORTAL para DESPERTARNOS y para FOMENTAR CONCIENCIA. Gracias por siempre. Isabel