Inconsistencias en los mensajes urgentes sobre pandemias de la OMS, el Banco Mundial y el G20, a las puertas de la Asamblea Mundial de la Salud
Las prisas para que se firme un tratado pandémico se basan en datos incoherentes
Expertos en salud global de la Universidad de Leeds West Yorkshire, Inglaterra, han puesto en duda la coherencia de los mensajes de urgencia en relación con las amenazas pandémicas emitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial y el G20.
Las declaraciones de la OMS sobre una "amenaza existencial" para la humanidad no están adecuadamente respaldadas por la evidencia empírica.
La OMS ha declarado una "amenaza existencial" para la humanidad y se ha instalado en los países para tomar medidas urgentes mediante un Acuerdo global, un Tratado internacional en materia de preparación y respuesta ante pandemias.
Sin embargo, una revisión de los datos y las pruebas en los que se basan las afirmaciones de la OMS, revelan una imagen preocupante en la que la urgencia declarada de pandemias está significativamente distorsionada.
Implicaciones políticas y financieras.
Una preparación desproporcionada para una pandemia basada en estas premisas falsas corre el riesgo de generar un costo de oportunidad significativo al desviar innecesariamente recursos financieros y políticos de las prioridades de salud global de mayor carga.
La urgencia proclamada por estos organismos podría estar desproporcionada en comparación con los datos reales disponibles. La revisión abarca ocho documentos clave de políticas del G20, el Banco Mundial y la OMS, utilizados para justificar Medidas de Preparación y respuesta ante pandemias (PPPR) .
Principales hallazgos
1. Inconsistencias en la Base de Datos: existen discrepancias significativas entre las afirmaciones de la OMS sobre la frecuencia y gravedad de las pandemias y los datos empíricos reales. Estas inconsistencias plantean serias dudas sobre la necesidad y urgencia de las enmiendas propuestas al Reglamento Sanitario Internacional en las políticas de salud pública global y el Tratado pandémico.
2. Impacto en las Prioridades de Salud Global: Una preparación excesiva para pandemias, basada en premisas exageradas, desvía recursos críticos de otras prioridades de salud global más apremiantes. Actualmente, enfermedades como la malaria matan a 600,000 personas al año, muchas de ellas niños menores de cinco años, y reciben una fracción del financiamiento comparado con lo que se propone para la preparación ante pandemias.
El G20, junto con el Banco Mundial y la OMS, solicitan un financiamiento anual de 31.500 millones de dólares para fortalecer la infraestructura global de salud frente a futuras amenazas pandémicas.
(Comparación con el Presupuesto Anual de la OMS)
Para poner esta cifra en perspectiva, el presupuesto anual total de la OMS es considerablemente menor. Actualmente, la OMS opera con un presupuesto de alrededor de 4000 millones anuales. Esta comparación ilustra una discrepancia notable entre los fondos solicitados para preparación y respuesta ante pandemias (PPPR) y los recursos financieros con los que la OMS cuenta para abordar una amplia gama de prioridades de salud global.
Comparación con el Gasto Mundial en Malaria.
Además, el estudio contrasta el financiamiento propuesto para preparación y respuesta ante pandemias (PPPR) con el gasto mundial en malaria, una enfermedad que continúa teniendo un impacto devastador, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. A nivel global, la lucha contra la malaria recibe aproximadamente 3000 millones de dólares anualmente. Mientras que la OMS solicita 31.500 millones de dólares para la preparación ante pandemias.
El enfoque y la distribución de los recursos financieros deben ser cuidadosamente reevaluados. La propuesta para aumentar significativamente el financiamiento para preparación y respuesta ante pandemias (PPPR) puede desviar fondos de otras áreas críticas de salud pública, donde las necesidades son inmediatas y claramente definidas por datos empíricos.
La Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) adicional proporcionaría 10.500 millones de los 31.500 millones de base, lo que representa aproximadamente el 33% del financiamiento total necesario para la preparación y respuesta ante pandemias (PPPR).
Financiamiento adicional para Iniciativas de Salud Global y su Asignación para preparación y respuesta ante pandemias (PPPR)
Necesidad de políticas basadas en la evidencia: por tanto, las futuras políticas de la OMS, no reflejan una evaluación precisa del riesgo y la carga de las presuntas pandemias.
Las decisiones políticas deben estar fundamentadas en datos sólidos y no en suposiciones infladas que conllevan a una mala asignación de recursos.
El informe de "Vigilancia de Enfermedades Futuras" de la OMS identifica ocho brotes significativos. Descripción de los brotes presentados:
1. SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) : Surgido en 2003, el SARS fue un coronavirus que causó una epidemia global con alta mortalidad, especialmente en Asia.
2. H1N1 (Influenza A H1N1) : Conocida como gripe porcina, este brote en 2009 fue una pandemia global que afectó a millones, con una mortalidad estimada entre 151,700 y 575,400 personas.
3. MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) : Otro coronavirus, detectado por primera vez en 2012, causó brotes esporádicos con alta letalidad, principalmente en la Península Arábiga.
4. COVID-19 (Enfermedad por coronavirus 2019) : La pandemia de COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, surgió a finales de 2019 y ha tenido un impacto global masivo en términos de mortalidad y disrupción social y económica.
5. Zika : El virus Zika, transmitido por mosquitos, causó brotes significativos en América Latina en 2015-2016, asociado con defectos congénitos en recién nacidos.
6. Cólera : Aunque históricamente presente, el brote más notable en tiempos recientes fue en Haití en 2010, después del terremoto, con miles de muertes debidas a condiciones sanitarias deficientes.
7. Ébola : Con brotes recurrentes en África, el más significativo fue el de 2014-2016 en África Occidental, causando más de 11,000 muertes.
8. Mpox (Viruela del Mono) : Aunque se conoce desde 1970, recientemente ha habido brotes más significativos, particularmente en África central y occidental.
Solo dos son patógenos nuevos: el Mers y el Covid-19.
Las razones que argumentan por qué se considera que los datos están inflados:
Cronología de los mensajes y datos de la OMS.
1. Década de 2000: Brote de SARS (2003)
- Surgimiento del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS).
- Impacto: Alta mortalidad en Asia, pero el brote fue contenido relativamente rápido.
- Mensaje de la OMS: Alto nivel de alarma, pero el brote se controló en menos de un año.
2. 2009: Pandemia de H1N1
- Brote global de influenza H1N1.
- Impacto: Amplia propagación, pero con una mortalidad relativamente baja en comparación con otras pandemias de influenza.
- Mensaje de la OMS: Declaración de pandemia, alerta máxima fase 6, con un enfoque de urgencia.
- Análisis Posterior: Estudios posteriores mostraron que la mortalidad fue menor a la esperada menor a la de una temporada de gripe severa.
3. 2012: MERS
- Primeros casos del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS).
- Impacto: Alta letalidad, pero con brotes localizados principalmente en la Península Arábiga.
- Mensaje de la OMS: Alarma significativa sobre el potencial pandémico del MERS.
- Observación: Brotes esporádicos y localizados, no alcanzando el nivel pandémico global.
4. 2014-2016: Brote de Ébola en África Occidental
- Epidemia de Ébola en África Occidental.
- Impacto: Alta mortalidad con más de 11,000 muertes, pero contenido regionalmente.
- Mensaje de la OMS: Declaración de emergencia sanitaria internacional.
- La epidemia fue contenida con intervenciones internacionales, sin convertirse en una pandemia global.
5. 2015-2016: Virus Zika
- Brote de Zika en América Latina.
- Impacto: Asociación con defectos congénitos, especialmente microcefalia en recién nacidos.
- Mensaje de la OMS: Declaración de emergencia sanitaria.
- Observación: Impacto significativo, pero localizado principalmente en América Latina.
6. 2019-2020: COVID-19
- Pandemia global de COVID-19.
- Impacto: Masiva propagación global con alto número de muertes y disrupción económica y social.
- Mensaje de la OMS: Declaración de pandemia y medidas urgentes a nivel global.
- La pandemia tuvo un impacto significativo, sin un gold estándar en las PCR, los altos ciclos a los que se realizaban daban millones de falsos positivos. Las proyecciones matemáticas iniciales sobrestimaron la mortalidad.
Razones por las cuales se considera que los datos están inflados.
1. Selección de Datos y Presentación
- Metodología: La OMS puede haber utilizado metodologías que no reflejan adecuadamente la realidad empírica. Esto incluye la presentación de gráficos y datos que podrían dar la impresión de un aumento en la frecuencia de pandemias, cuando en realidad las cifras incluyen enfermedades previamente conocidas.
2. Proyecciones Alarmistas
- Las proyecciones iniciales de la OMS para pandemias como el H1N1 y COVID-19 a menudo presentaron escenarios de alta mortalidad que posteriormente se demostraron ser menos severos. Estas proyecciones han llevado a una percepción inflada del riesgo.
3. Motivaciones políticas y financieras
- Financiamiento y Recursos: La propuesta de un financiamiento significativo para preparación y respuesta ante pandemias (PPPR), como los 31.500 millones anuales, sugiere una motivación para inflar la amenaza a fin de justificar la movilización de recursos a gran escala. David Bell et al.
4. Falta de comparación contextual.
- Comparación de Enfermedades: la OMS no siempre contextualiza adecuadamente la amenaza de nuevas pandemias en comparación con enfermedades endémicas como la malaria, que continúan causando un alto número de muertes anualmente sin recibir la misma atención ni recursos.
Los mensajes y datos de la OMS sugieren una tendencia a inflar la percepción del riesgo pandémico. Este enfoque puede ser resultado de una combinación de metodologías de evaluación, proyecciones alarmistas, y potenciales motivaciones políticas y financieras.
Sobre las inconsistencias en los mensajes de la OMS y otras organizaciones respecto a pandemias, cabe mencionar la lista de patógenos prioritarios de la OMS, que incluye enfermedades como la COVID-19, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el virus del Ébola, el virus de Marburg, la fiebre de Lassa, el MERS-CoV, el SARS, enfermedades por Nipah y henipavirales, la fiebre del Valle del Rift, el Zika y la “Enfermedad X” .
Datos específicos respecto a las tasas de mortalidad de epidemias y pandemias pasadas. La epidemia de gripe H1N1 de 2009 (pandemia de gripe porcina) tuvo una estimación de mortalidad de 164,000 muertes, según la OMS, que comparada con el rango de muertes anuales por influenza estacional se sitúa entre 291.000 y 645.000 .
En la comparación de estos datos, el patógeno en la lista de prioridades de la OMS que resultó en el menor número de muertes es el SARS-CoV-1, con 774 muertes globalmente. Esta cifra es significativamente menor que la estimación de mortalidad del H1N1 de 2009 y también mucho menor que el rango de muertes anuales por influenza estacional.
Estos datos indican que, aunque el H1N1 de 2009 tuvo un impacto considerable, las tasas de mortalidad por influenza estacional siguen siendo superiores, y el SARS-CoV-1, resultó en una cantidad de muertes mucho menor en comparación con estas influenzas.
La falta de coherencia en los mensajes de salud global no solo socava la confianza en las instituciones internacionales, sino que también tiene implicaciones económicas significativas. La incertidumbre y la desconfianza pueden llevar a una respuesta inadecuada por parte de los gobiernos y el sector privado, lo que resulta en un mayor costo económico y humano. Además, la falta de confianza obstaculiza la cooperación a todos los niveles.
El G20 propuso una financiación adicional de 5.500 millones de dólares para iniciativas de salud global, que incluyen a CEPI (Coalition for Epidemic Preparedness Innovations) y Gavi (The Vaccine Alliance). Sumando esto a los 5 mil millones de dólares de ayuda oficial para el desarrollo (AOD), el total requerido alcanzaría los 10.500 millones de dólares.
Para estar justificadas, estas políticas y presupuestos internacionales de salud pública sin precedentes, así como la urgencia con la que se están negociando, deben identificar un riesgo y una carga de magnitud proporcionada.
La evidencia que respalda las afirmaciones de la OMS es débil, lo que genera una gran preocupación de que el deseo de abordar una amenaza percibida sea el motor de la política, en lugar de la urgencia y el alcance reales de una amenaza.
El énfasis desproporcionado en la financiación de la preparación, prevención y respuesta a pandemias (Acuerdo global, Tratado pandémico) puede conducir a la implementación de políticas verticales. Estas políticas se centran en abordar capacidades específicas relacionadas con la respuesta según el Tratado y las enmiendas al RSI, pero pueden no estar integradas, alineadas o reflejadas en los planes estratégicos nacionales de salud pública y sus necesidades contextuales.
Cuando los recursos se asignan de manera excesiva a iniciativas específicas de prevención de pandemias, existe el riesgo de que se descuiden otras áreas igualmente importantes de la salud pública.
Esto requiere una evaluación cuidadosa de las necesidades contextuales y una planificación estratégica que tenga en cuenta otros aspectos importantes de la salud pública.
Vigilancia futura de enfermedades epidémicas y pandémicas.
El informe de Vigilancia Futura comienza con la afirmación:
Desde principios del siglo XXI, el mundo ha experimentado grandes epidemias o pandemias cada cuatro o cinco años.
(Epidemia y pandemia de la OMS: preparación y prevención, PPE), 2023a), pág. 27)
Es crucial garantizar que las políticas de salud pública global se basen en evidencia sólida y no en percepciones exageradas del riesgo.
Es vital lograr un equilibrio adecuado entre riesgo y carga. Un énfasis excesivo en la preparación para pandemias puede resultar en programas aislados que no se integran con las necesidades estratégicas nacionales.
En un mundo post era COVID, donde la firma de un Acuerdo Tratado pandémico y unas enmiendas al RSI son inminentes, este estudio actúa como guía esencial de que la política debe estar siempre guiada por la ciencia y los datos empíricos.
La evidencia que respalda el riesgo de pandemia actual es débil y existe el riesgo de que el énfasis en la preparación para una pandemia esté fuera de lugar.
· El Plan Mundial de la OMS para la rápida activación de actividades de investigación y desarrollo durante epidemias y pandemias 2022, no proporciona evidencia o datos específicos que respalden la suposición de que la frecuencia de los eventos de salud pública seguirá aumentando.
Controversia sobre el papel de los factores ambientales y sociales.
· Existe controversia en la literatura sobre el papel de los factores ambientales y sociales en la propagación de enfermedades, y los informes de la OMS no proporcionan evidencia clara que respalde la idea de que estos factores contribuyen de manera importante al número de eventos de salud pública.
Influencias comunes en la salud pública
· El aumento de los eventos de salud pública no se debe sólo a enfermedades infecciosas específicas sino también a otros factores.
· Por ejemplo, la malaria causó aproximadamente 600.000 muertes en 2008 y 2017, pero existe una relación compleja entre estas variables y el riesgo de brotes
· Otras enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y el dengue son endémicas o causan brotes frecuentes en los trópicos.
· Su inclusión promueve una impresión visual de riesgo creciente, pero los datos no respaldan esta conclusión.
Epidemias emergentes
· La OMS informa de un aumento de eventos agudos de salud pública, pero la metodología subyacente no está clara.
· Es posible que los datos no representen un aumento real del riesgo, sino más bien un cambio en la notificación o la clasificación.
· La lista de enfermedades prioritarias de la OMS es una de las principales fuentes de afirmaciones de riesgo de pandemia por parte de la OMS, pero falta evidencia clara que respalde estas afirmaciones.
Lista de enfermedades prioritarias de la OMS
· La lista de enfermedades prioritarias de la OMS se utiliza para guiar los esfuerzos de investigación y desarrollo durante emergencias e incluye enfermedades distintas de la influenza que representan una amenaza pandémica.
· El HLIP (Panel Independiente de Alto Nivel) del G20 publicó un informe en 2021 que destaca la necesidad de actuar urgentemente en materia de preparación y respuesta ante pandemias (Preparación Y Respuesta Ante Pandemias (PPPR) ).
Preocupaciones con el informe HLIP.
· El informe HLIP, que guió el desarrollo del Acuerdo sobre Pandemia del G20, se basa en contribuciones de empresas privadas y fuentes no especificadas, y no proporciona evidencia clara de sus conclusiones.
· El informe sugiere que las pandemias y los brotes están aumentando en frecuencia e impacto, con una alta probabilidad de que ocurra otra pandemia en las próximas dos décadas.
Ejemplos de enfermedades prioritarias
· La fiebre de Lassa está confinada a África occidental y mata a unas 5.000 personas cada año.
· El ébola se encuentra principalmente en brotes en África occidental y central; el brote más grande en África occidental en 2014 mató a menos de 12.000 personas.
· Ninguna de las otras enfermedades de la lista de prioridades ha matado a más de unos pocos miles de personas.
Falta de evidencia sobre el riesgo de pandemia.
· Faltan pruebas claras que respalden la afirmación de que las pandemias y los brotes están aumentando en frecuencia e impacto.
La caracterización de los brotes por parte de la OMS puede priorizarlos de manera inapropiada sobre otras enfermedades infecciosas endémicas y enfermedades no transmisibles, que imponen cargas mucho mayores.
Preparación para pandemias
La OMS recomienda un enfoque más holístico de la salud pública que tenga en cuenta los determinantes sociales de la salud y se centre en prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.
Sin embargo, no es que la OMS se haya vuelto más holística, es solo la apariencia que quiere dar, en realidad es un enfoque económico ya que requiere una inversión de 15 mil millones de dólares anuales en gasto internacional, así como un 1% adicional del PIB de los países de bajos ingresos.
Conceptos erróneos sobre las pandemias
· Los informes de la OMS sobre pandemias promueven un enfoque limitado en enfermedades infecciosas específicas, en lugar de abordar los factores más amplios.
· Este enfoque ignora el hecho de que la mayoría de las enfermedades están interconectadas y están influenciadas por una variedad de determinantes sociales y ambientales.
La importancia de un enfoque holístico de la salud pública.
· Un enfoque más holístico de la salud pública se centraría en abordar los determinantes sociales y ambientales subyacentes de las enfermedades infecciosas, en lugar de simplemente responder a los brotes a medida que ocurren.
Análisis de la información proporcionada en el informe HLIP.
· El informe HLIP especula sobre una posible pandemia, pero no hay evidencia suficiente para respaldar esta afirmación (McCarthy, 2002).
· La mejora del saneamiento del agua y la reducción de los residuos de aguas residuales han disminuido significativamente el impacto de los brotes en un 25 %, especialmente los que dañan a los niños (el brote en Haití fue inusual).
Análisis de los datos del Anexo D del informe HLIP.
· El anexo enumera brotes importantes de enfermedades infecciosas en las últimas dos décadas, pero no proporciona ninguna mortalidad asociada ni la mortalidad total combinada de todos los brotes enumerados.
· La mortalidad causada por enfermedades endémicas como la tuberculosis y la malaria (aproximadamente 1.380.000 y 620.000 muertes al año, respectivamente) eclipsa la mortalidad de todos los brotes enumerados en el anexo.
· El anexo no proporciona ninguna referencia o atribución para la lista de brotes.
Análisis de los datos proporcionados por Metabiota Inc.
· Los datos proporcionados por Metabiota Inc. se utilizan como evidencia para respaldar la afirmación de un alto riesgo de pandemia, pero hay errores en los años enumerados para los mayores brotes de enfermedades específicas en las últimas dos décadas.
Los datos proporcionados en el informe HLIP no respaldan la afirmación de un alto riesgo de pandemia.
El informe puede contener errores en los datos y carece de referencias y atribuciones adecuadas.
Metabiota ha trabajado en Ucrania para Black & Veatch, un contratista de Defensa estadounidense con estrechos vínculos con las agencias de inteligencia militar, que construyó laboratorios seguros en Ucrania que analizaban enfermedades mortales y armas biológicas.
Metabiota se vende sencillamente como una empresa de datos biomédicos, su vicepresidente envió un correo electrónico a Hunter Biden en 2014 contando cómo su firma podría «afirmar la independencia cultural y económica de Ucrania frente a Rusia», algo que no parece la meta de una empresa corriente de biotecnología.
https://gaceta.es/actualidad/matan-a-otro-sacerdote-catolico-en-nigeria-ante-el-silencio-del-mundo-occidental-20220721-1405/?scroll-event=true
Interpretación de los eventos "derivados"
· Ha habido una tendencia a la baja en las muertes por influenza en EE. UU. de 1963 a 2019
Disminución de la mortalidad por H5N1 (Influenza Aviar).
· La mortalidad por H5N1 ha disminuido notablemente en las últimas dos décadas (OMS, 2024d)
Factores a considerar al interpretar los datos.
· Es importante considerar la posibilidad de que existan factores de confusión, como una mayor vigilancia y notificación, al interpretar los datos sobre la frecuencia de eventos zoonóticos y de contagio de influenza en la vida silvestre (Meadows et al., 2023).
· Otros factores, como el desarrollo de nuevas herramientas y métodos de diagnóstico, también pueden haber contribuido a las tendencias observadas (Meadows et al., 2023).
Patógenos comunes y secuenciación genética
· Muchos brotes pequeños y localizados informados por Meadows et al. (2023) en la última década habrían pasado desapercibidos hace 60 años, así como el aumento del VIH/SIDA que pasó desapercibido durante al menos 40 años antes de su identificación a través de tecnologías emergentes en la década de 1980 (Sharp & Hahn, 2011).
Limitaciones del Informe HLIP del G20
· El informe HLIP del G20 reconoce en la sección de limitaciones que hay un aumento en el número de informes, pero no está claro si esto se debe a un aumento en la frecuencia de zoonosis o a avances en las tecnologías de vigilancia y diagnóstico.
· El desarrollo de las pruebas de PCR en la década de 1980 y su creciente accesibilidad en los últimos 30 años, primero en los países de altos ingresos y luego en los de bajos ingresos, podrían explicar parte de este aumento.
Mortalidad por derrame zoonótico
· Un estudio de Meadows et al. (2023) sugiere que la urgencia de la pandemia no está respaldada por los datos sobre la mortalidad por derrame zoonótico de 1963 a 2019.
· La mortalidad anual promedio por contagio zoonótico no relacionado con el Ébola es de solo 302, y si se excluyen el Ébola y el SARS1, es de solo 17.
· La pandemia de COVID-19 ha aumentado la mortalidad, pero no está claro en qué medida se debe al propio virus y en qué medida a medidas como los confinamientos y la reducción de la detección y el tratamiento de otras enfermedades.
Enfermedades zoonóticas y mortalidad
· El informe HLIP del G20 también menciona el VIH/SIDA como una enfermedad zoonótica, pero no está claro si esto es exacto.
· Los orígenes del VIH/SIDA todavía son objeto de debate y no está claro por qué debería clasificarse como una enfermedad zoonótica.
Frecuencia de brotes.
· El informe "OMS, 2024e" afirma una frecuencia cada vez mayor de brotes, pero la evidencia presentada en el informe del G20 por HLIP no respalda esta afirmación (Morand, 2020). El informe afirma que la tasa de aumento no es del 6,7% anual desde 1980, y que el número de brotes no ha aumentado a varios cientos cada año desde 2000.
· Morand (2020) presenta una imagen más matizada y muestra que la frecuencia de los brotes notificados ha aumentado desde 1960 a varios cientos por año, alcanzando su punto máximo alrededor de 2009 y luego disminuyendo después de 2010. Esta tendencia puede haber estado influenciada por cambios tanto en la capacidad como en los incentivos. para informar.
Datos de Gideon: Brotes anuales totales per cápita y enfermedades anuales totales per cápita.
· Los datos de Gideon muestran una tendencia decreciente en la frecuencia de los brotes, tanto para todos los brotes como para aquellos que causan más de 10 muertes, de 1960 a 2020.
· Esto contradice la suposición de la OMS y del Banco Mundial de que la frecuencia de los brotes está aumentando rápidamente.
· Las recomendaciones de política de la OMS y del Banco Mundial podrían haberse modificado si hubieran tenido en cuenta este análisis.
Análisis del riesgo y carga de los brotes.
· Se requiere un análisis más profundo del riesgo y la carga de los brotes, teniendo en cuenta las prioridades sanitarias contrapuestas.
· Los estudios citados en el documento del Banco Mundial sugieren que el riesgo de brotes probablemente haya disminuido en las últimas una o dos décadas.
· La frecuencia de los brotes puede ser inferior a una vez por siglo, y el riesgo de un evento similar al COVID-19 probablemente sea incluso menor.
· Pandemias pasadas, como la gripe española y la viruela, han tenido cargas sanitarias relativamente bajas en comparación con las enfermedades endémicas infecciosas y no transmisibles.
· Los avances recientes en las capacidades de diagnóstico, el intercambio de información y los mecanismos de control de enfermedades han mitigado la recurrencia de tales brotes.
Narrativas y consideraciones actuales
· Las narrativas de la OMS, el Banco Mundial y el G20 sugieren una amenaza existencial para la humanidad, con lo que justifican el despliegue actual de Preparación y Respuesta Ante Pandemias (PPPR) y todos los medios para que se firme un tratado de pandemias.