LA DEFENSA DE LA TRANSPARENCIA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Historia de un periodismo de investigación, actualmente censurado
En primer lugar, aclarar que en este substack no quiero hacer proselitismo de ninguna opción política y me mantengo firme en mi decisión de no utilizar mis conocimientos en medicina contra los derechos humanos fundamentales o las libertades públicas, incluso bajo amenazas.
En un panorama político marcado por la creciente importancia de la transparencia y la libertad de expresión, Robert F. Kennedy Jr., candidato independiente a la presidencia de los Estados Unidos, ha anunciado que, en caso de ser electo, su primera acción será liberar y perdonar a dos figuras icónicas en la lucha por la verdad: Julian Assange y Edward Snowden.
Julian Assange y WikiLeaks fueron responsables de la publicación entre otros de documentos clasificados relacionados con las guerras en Afganistán e Irak. Estos informes, filtrados por el analista de inteligencia del ejército de los Estados Unidos, Chelsea Manning, detallaban incidentes que involucraban detenciones y matanzas de civiles por parte de las fuerzas estadounidenses y aliadas.
El impacto de estas revelaciones fue significativo, ya que arrojaron luz sobre acciones militares controvertidas y generaron debates sobre la ética y la transparencia en la conducción de operaciones militares. La divulgación de los documentos molestó a diversas partes, incluido el "estado profundo", al exponer detalles que, de otro modo, podrían haber permanecido fuera del alcance del escrutinio público.
Estos eventos desencadenaron una serie de acciones legales contra Assange, incluida la orden de detención que actualmente enfrenta.
En 2013, Snowden filtró una cantidad significativa de documentos clasificados a periodistas, revelando la escala de la vigilancia global que se llevaba a cabo, incluida la recopilación masiva de datos de ciudadanos comunes.
Las revelaciones de Snowden pusieron de manifiesto prácticas como la interceptación de comunicaciones electrónicas a nivel mundial y el acceso a datos personales de millones de personas.
La filtración generó un intenso debate sobre la privacidad individual, la seguridad nacional y los límites del poder gubernamental.
Assange y Snowden cuestionaban prácticas que habían permanecido ocultas al público.
Perseguir a quienes revelan información clasificada puede tener un efecto intimidatorio sobre futuros informantes, y de esta forma están limitando la capacidad de la prensa para desempeñar su papel de control sobre el poder.
Históricamente, periodistas valientes han desempeñado un papel esencial en la revelación de verdades incómodas.
Seymour Hersh, en 1969, expuso el caso de la masacre de My Lai durante la Guerra de Vietnam, donde soldados estadounidenses mataron a más de 500 civiles vietnamitas, incluyendo mujeres, niños y ancianos. Su valiente trabajo periodístico contribuyó a la conciencia pública sobre los horrores de la guerra y generó un intenso debate sobre la ética militar y la transparencia. Con su valiente trabajo en la década de 1960, destapó la masacre de My Lai durante la Guerra de Vietnam, exponiendo al mundo horrores que de otra manera habrían quedado en la sombra.
Brian Ross destapó el caso conocido como el escándalo Irán-Contra, implicaba la venta de armas secretas a Irán por parte de Estados Unidos, con fondos utilizados para financiar ilegalmente a los Contras en Nicaragua. La investigación periodística, involucró a varios reporteros, incluido Brian Ross, desempeñó un papel crucial en sacar a la luz este asunto complejo y controvertido en la década de 1980.
Bob Woodward y Carl Bernstein, dos periodistas del periódico The Washington Post, desempeñaron un papel crucial en la revelación del que se conoce como el escándalo Watergate, que involucraba un intento de encubrimiento de actividades ilegales y la interferencia en el sistema político. Con ello demostraron cómo la prensa puede ser un baluarte contra el abuso de poder y se reforzó la importancia de la rendición de cuentas en la democracia llevando a la renuncia a la presidencia de Estados Unidos de su entonces presidente Richard Nixon en 1974.

En la actualidad, la censura de información durante la era Covid sigue suscitando preocupaciones sobre la limitación de la libertad de expresión. La capacidad de ciudadanos y periodistas para cuestionar, investigar y denunciar es esencial para contrarrestar la corrupción y el abuso de poder.
En la Era Covid el Velo de la Censura desafía la Información en el ámbito de la Salud
En este clima de intimidación que caracteriza la era Covid, la censura de información ha emergido como una respuesta común, impactando no solo a denunciantes como Assange y Snowden, sino también a otros escenarios cruciales, como la gestión de la información en el ámbito de la salud declaración de emergencia por parte de la OMS a partir de marzo de 2020.
El Caso de Censura contra el Gobierno de Biden
Recientemente, se ha desatado un caso de censura, el "caso de censura de las redes sociales contra el Gobierno de Biden" que involucra al Gobierno de Biden durante la pandemia de Covid. Los fiscales generales de Louisiana y Missouri, Jeff Landry y Eric Schmitt, respectivamente, junto con Jim Hoft, propietario del sitio web QAnon, presentaron una demanda ante los tribunales estadounidenses. El juez Terry Doughty otorgó una medida cautelar, destacando "pruebas sustanciales" de una campaña de censura de gran alcance.
El Enfoque en la Salud y el velo de la Censura
La resolución de la demanda impide que las autoridades sanitarias, el Departamento de Justicia, el FBI y otros organismos interactúen con plataformas de redes sociales. El fallo fue celebrado como "un golpe a la censura" y se basa en la libertad de expresión consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. La palabra clave aquí es "salud". La restricción se centra en la censura de información relacionada con la salud, y el hecho de que estas instituciones estén limitadas en su interacción destaca la gravedad del asunto.
Este clima de intimidación se refleja en la era Covid, donde la censura de información es una respuesta común. La sombra de la represalia se cierne sobre aquellos que desafiamos las narrativas establecidas, limitando la capacidad de la sociedad para cuestionar y comprender plenamente los eventos que dan forma a nuestro mundo…
La censura en cuestiones de salud ha suscitado preocupaciones significativas. Eminentes catedráticos de medicina, provenientes de las mejores universidades del mundo y médicos en todo el mundo con carreras y méritos sobresalientes hemos sido objeto de restricciones en nuestras comunicaciones nos hemos visto afectados, lo que sigue planteando interrogantes sobre la libertad académica y el derecho a la información precisa.
Robert F. Kennedy Jr. ha liderado una lucha constante contra la censura en asuntos de salud durante toda la era Covid. Su empeño se centra en proteger el derecho a la información sobre salud, que incluso afecta a expertos médicos de renombre.
En un mundo donde la salud pública es crucial, la censura de información médica plantea interrogantes fundamentales sobre la transparencia y el acceso a la verdad en todo tiempo y mucho más en tiempos de crisis.
La controversia en torno a la publicación de documentos, ya sea de Assange de Snowden o de cualquier información médica, destaca la tensión persistente y la decisión de Robert F. Kennedy Jr. de la defensa del deber de transparencia y la libertad de prensa y la libertad de información que permita revelar posibles abusos de poder.
En un mundo donde la información es poder, la transparencia persiste como la mayor defensa contra la corrupción y el abuso de poder, recordándonos que la lucha por la verdad es una responsabilidad compartida.