La OMS: Rechazo a las enmiendas del RSI. Implicaciones de un gobierno sanitario totalitario
La OMS y su papel en la regulación de la información: Manipulación de datos y cambios de narrativa
De guardián de la salud pública a una amenaza para la libertad de expresión y de la propia ciencia.
La OMS ha sido considerada históricamente como la autoridad mundial en materia de salud pública, pero desde el inicio de la era Covid se encuentra en el ojo del huracán debido a su creciente control sobre la información y la libertad de expresión. Con las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI), la OMS se dispone a asumir un papel de control sin precedentes sobre la información sanitaria, lo que lógicamente genera críticas y preguntas legítimas sobre la posible instauración de un régimen sanitario mundial autoritario.
La OMS se presenta, con su guion preestablecido, como la única voz autorizada, cuya autoridad en ciencias de la salud pretende ser incuestionable. Sin embargo, ¿no deberíamos tener la libertad de cuestionar su dirección y tomar decisiones basadas en nuestra propia investigación y comprensión de nuestras circunstancias individuales?
Este Substack examina estas preocupaciones, desglosando los cambios propuestos, sus implicaciones y los artículos específicos del RSI que refuerzan estas afirmaciones.
Las enmiendas al nuevo Reglamento Sanitario Internacional proponen una solución única para pandemias, emergencias pandémicas, ESPII-PHEIK, pero en realidad no abordan adecuadamente las necesidades sanitarias locales, lo que podría dar lugar a una asignación de recursos inadecuada y a respuestas manifiestamente ineficaces a nivel comunitario. Las enmiendas del RSI en materia de libertades personales y públicas son innegables.
La OMS quiere tener una autoridad sin precedentes para influir en las políticas sanitarias a nivel nacional. Aunque se asegura que los estados mantendrán su autonomía, los hechos existen; la OMS puede utilizar su posición para presionar a los estados miembros a adoptar medidas específicas, o actuar bajo la amenaza de sanciones internacionales o estigmatización.
Esta dinámica es comparable a la de "quien tira la piedra esconde la mano". La OMS podría ejercer una influencia indirecta en las políticas nacionales, al tiempo que se distancia de cualquier responsabilidad directa. Esto plantea interrogantes sobre la transparencia y la responsabilidad de la OMS, y sobre si está actuando realmente en interés de la salud pública mundial o persiguiendo agendas más amplias.
La OMS y el control de la información
La OMS ha asumido para sí la responsabilidad de controlar un Ministerio de la Verdad al más puro estilo orwelliano. ¿La OMS se erige en un ministerio encargado de restringir o difundir información falsa y poco fiable sobre eventos de salud pública? ¿Es realmente la OMS el guardián imparcial de la salud mundial, o hay agendas más oscuras en juego? Quiere que las medidas preventivas en actividades epidémicas sean únicamente suyas. Este compromiso implica la regulación directa de la libertad de expresión y el intercambio de información.
Desde el principio, la OMS ha tratado de establecer su dominio sobre el escenario sanitario mundial. Como un director de escena implacable, ha utilizado términos como "infodemia" para pintar un cuadro de caos informativo sobre el cual sólo ellos parecen tener control. Pero, ¿se trata de una lucha contra la desinformación o simplemente de una estratagema para consolidar su propio poder?
Colaboración estatal con la OMS
Los estados miembros han acordado colaborar con la OMS para controlar la información, limitando la libertad de expresión con el pretexto de combatir la desinformación. Este acuerdo otorga a la OMS el poder de ordenar cambios dentro de los estados, incluidas restricciones a la libertad de expresión, como se establece en las enmiendas propuestas al RSI.
Implicaciones del Anexo 1, A.2.c. del proyecto de Reglamento Sanitario Internacional de la OMS.
El tratado pandémico propuesto por la OMS y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) están planteando todo tipo de preguntas importantes sobre su impacto en la soberanía, la democracia y las libertades individuales. En particular, el Anexo 1, A.2.c., que exige a los Estados Partes "desarrollar, fortalecer y mantener capacidades básicas en relación con la vigilancia y la comunicación de riesgos, incluido el tratamiento de la información errónea y la desinformación"; desafíos que requieren un análisis en profundidad.
Definición ambigua de "información errónea" y "desinformación"
El requisito de que las naciones "aborden" la "desinformación y la información errónea" está plagado de oportunidades para el abuso. Ninguno de estos términos está claramente definido en el documento; el Artículo 1, que define los conceptos, no define el término, dejando un margen considerable para la interpretación subjetiva y potencialmente arbitraria. Sin una definición precisa, cualquier información que no se alinee con la narrativa oficial puede ser etiquetada como "desinformación".
Posibles consecuencias de "abordar" la desinformación
¿Significa "abordar" censurar y posiblemente castigar a quienes ofrecen opiniones divergentes? Ya hemos visto cómo, durante la era Covid, médicos y científicos de todo el mundo que no estábamos de acuerdo con la narrativa de la OMS hemos sido censurados por nuestras opiniones, que con el tiempo resultaron ser correctas. Algunos profesionales que ofrecieron tratamientos que salvaron miles de vidas, pero que no eran recomendados por la OMS, fueron incluso amenazados, se les retiró la licencia para ejercer la medicina o fueron suspendidos. Si estas prácticas se formalizan y se incorporan como requisito del RSI, la censura podrá intensificarse y volverse aún más punitiva.
Impacto en la libertad de expresión y la investigación científica.
La libertad de expresión y el debate abierto son fundamentales para el progreso científico y las respuestas eficaces a las crisis de salud pública. Sin embargo, la vaguedad del término "abordar" en el contexto de la desinformación puede dar lugar a un entorno en el que se silencien las voces discrepantes, no porque sean incorrectas, sino porque no encajan en la narrativa predominante. Esto socava la confianza en las instituciones sanitarias, e impide la adopción de enfoques diversos y potencialmente más eficaces.
Requisito de vigilancia y su alcance.
El requisito de "vigilancia" del Anexo 1, A.2.c., tampoco especifica qué debe vigilarse. Esta falta de especificidad puede conducir a una vigilancia excesiva y a la invasión de la intimidad. La vigilancia en el contexto de la salud pública debe estar claramente delimitada y justificada para evitar abusos de poder y garantizar que no se violen los derechos individuales.
Riesgos de abusos y excesos.
La aplicación de estas medidas sin una supervisión adecuada y salvaguardias claras da lugar a un abuso de poder. La vigilancia y la censura pueden utilizarse como herramientas para silenciar las críticas legítimas y la disidencia, lo que conduce a una erosión de las libertades civiles y los derechos humanos. La historia reciente ha demostrado que, en tiempos de crisis, las medidas extraordinarias pueden convertirse rápidamente en la norma, y es crucial que consideremos cuidadosamente las implicaciones de ceder demasiado control a una entidad supranacional.
La aplicación indebida del RSI antes de ser enmendado llevó a que las medidas de Covid fueran declaradas inconstitucionales en 3 ocasiones en España. Dos declaraciones de inconstitucionalidad por los dos estados de alarma y una tercera declaración del artículo 10.8 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa por otorgar competencias ejecutivas al poder judicial.
Artículo 43 Aplicación de medidas sanitarias = a restricciones a la Libertad de Expresión.
El artículo 43 del RSI establece que los Estados pueden aplicar medidas sanitarias adicionales a las recomendadas por la OMS, siempre que se basen en principios científicos y pruebas científicas sólidas. Sin embargo, la interpretación de lo que constituye "pruebas científicas sólidas" es controvertida, ya que la OMS no reconoce la diversidad de opiniones científicas.
Falta de reconocimiento de la diversidad de opiniones científicas.
Las enmiendas al RSI hacen hincapié en la adhesión a los "principios científicos" y a las "pruebas científicas disponibles" (artículo 1, artículo 12, artículo 17, artículo 43). Sin embargo, no se reconoce la diversidad de opiniones sobre estos principios ni se tiene en cuenta la facilidad con que pueden manipularse.
Manipulación de los principios científicos
Durante la era Covid, los principios científicos se manipularon con frecuencia para servir a diversas agendas. La OMS tomó decisiones basadas en datos cuestionables y, en algunos casos, contradijo sus propias directrices, socavando la confianza pública en las autoridades sanitarias.
Un ejemplo claro de la manipulación de los principios científicos por parte de la OMS fue el manejo de la información sobre el uso de mascarillas. En un principio, la OMS no recomendó el uso generalizado de mascarillas para la población general, alegando la falta de pruebas sobre su eficacia para prevenir la transmisión del virus en personas sanas. Sin embargo, a medida que avanzaba la pandemia, la OMS cambió su postura y recomendó el uso universal de mascarillas, incluso por parte de personas sanas, en espacios públicos donde no fuera posible el distanciamiento físico. Este cambio de recomendación, sin una explicación clara basada en nuevas pruebas científicas sólidas, generó confusión y desconfianza en la población.
Otro caso emblemático fue la polémica en torno a los tratamientos con hidroxicloroquina. Inicialmente, la OMS incluyó este fármaco en sus ensayos mundiales para encontrar tratamientos eficaces contra el covirus. Sin embargo, tras un estudio publicado en la revista The Lancet el 22 de mayo de 2020 por Mehra et al., se afirmó que el uso de hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19 se asociaba a un aumento de la mortalidad. Este estudio influyó rápidamente en las decisiones de la OMS, que suspendió los ensayos clínicos de hidroxicloroquina y desaprobó la hidroxicloroquina para el Covid. Sin embargo, se descubrió que el estudio de The Lancet tenía graves defectos metodológicos y problemas con los datos, lo que llevó a la retractación del artículo, que fue retirado el 4 de junio de 2020 debido a las preocupaciones sobre la validez de los datos utilizados (estudio) . La rapidez con la que este estudio fue publicado y retractado (solo 13 días entre la publicación y la retractación) subraya la falta de escrutinio adecuado con el uso de la hidroxicloroquina. La OMS creó la confusión generada por estos movimientos contradictorios, minando la confianza pública en la gestión de la crisis por parte de la organización.
La narrativa de la OMS respecto a las medidas de confinamiento implementadas en Wuhan, China, ejemplifica claramente cómo la organización puede cambiar de postura bajo presiones políticas. Inicialmente, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó escepticismo sobre la efectividad de los confinamientos estrictos, señalando que no había suficiente evidencia científica para apoyar tales medidas. Sin embargo, en tan solo una semana, Ghebreyesus elogió abiertamente las acciones de China, describiendo los confinamientos como una "nueva norma para el control de brotes" y alabando la "transparencia" y el "conocimiento detallado del brote" por parte del presidente Xi Jinping (Reuters).
Este cambio repentino en la narrativa sugiere una adaptación rápida a las presiones políticas y diplomáticas, en lugar de basarse en una reevaluación científica sustancial. La elogiosa respuesta de Ghebreyesus no solo se dio en medio de crecientes críticas internacionales sobre la transparencia de China, sino que también coincidió con la necesidad de asegurar la cooperación china en la lucha contra la pandemia (Reuters).
Falta de transparencia y conflictos de intereses.
La OMS no ha sido transparente sobre los conflictos de intereses que pueden influir en sus decisiones. Esta falta de transparencia es preocupante, ya que la organización no promueve la participación equitativa de todas las partes interesadas, lo que limita la diversidad de perspectivas en la formulación de políticas de salud pública.
Influencias privadas y empresariales.
Las decisiones de la OMS pueden estar sesgadas por influencias privadas y empresariales. Esta situación puede dar lugar a decisiones que prioricen las previsiones financieras de quienes realizan contribuciones voluntarias y tienen poder para decidir los proyectos en los que la OMS debe destinar ese dinero, lo que puede implicar que los beneficios comerciales primen sobre la salud pública. La percepción de que las decisiones de la OMS pueden estar sesgadas por los intereses de los donantes privados sigue planteando dudas sobre la imparcialidad de la organización.
Artículo 12 Decisiones arbitrarias: Determinación de una emergencia de salud pública de importancia internacional, incluida una emergencia pandémica.
El artículo 12 del RSI permite al Director General declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) sobre la base de un "riesgo potencial". Esta disposición otorga un poder significativo y a menudo arbitrario a la OMS, permitiéndole intervenir en los asuntos sanitarios de los Estados miembros sin que exista una emergencia sanitaria real.
La declaración de la viruela del mono como emergencia de salud pública de importancia internacional por parte de la OMS en 2022 desató la polémica. Aunque la mayoría del Comité de Emergencias de la OMS no apoyó la declaración de emergencia, la Directora General tomó la decisión unilateralmente. Esta acción siempre se ha considerado una decisión arbitraria, que socava la confianza en la imparcialidad y la justificación científica de las acciones de la OMS.
Un gobierno autocrático mundial
La OMS va camino de convertirse en una autoridad sanitaria mundial autocrática al eliminar la necesidad de una emergencia sanitaria real para que el Director General asuma el control (art. 12). Las enmiendas propuestas al RSI refuerzan esta percepción al permitir a la OMS compartir información sanitaria sin el consentimiento de los Estados afectados (Artículo 43 Medidas sanitarias adicionales).
Retos para la transparencia y la soberanía
Estos cambios plantean importantes retos para la transparencia y la rendición de cuentas. Además, la posibilidad de que la OMS comparta información sin el consentimiento de los Estados afectados socava la soberanía de estos Estados.
La respuesta durante la era Covid: Un estudio de caso
La votación de las enmiendas por parte de la OMS en los últimos momentos de la 77ª Asamblea Mundial de la Salud sin haber presentado los textos definitivos durante 4 meses no es más que una prueba más de las muchas en las que la OMS durante la era covid se desvió de sus propias directrices (en este caso concreto del artículo 55.2 del (RSI), lo que supone la desviación del procedimiento y de sus propias directrices. Es normal que haya sido ampliamente criticada. La OMS adoptó medidas que en muchas ocasiones no estaban respaldadas por pruebas científicas sólidas (encierros, confinamientos, etc.), lo que se tradujo en una mala gestión de la crisis.
El plazo para rechazar enmiendas
El RSI establece un plazo de 18 meses para que los países rechacen o formulen reservas a las enmiendas propuestas (Artículo 59 Entrada en vigor; Plazo para rechazos o reservas). Este período puede ser insuficiente para evaluar adecuadamente las implicaciones de las nuevas normas y para que se produzca un debate público significativo. Mucho más cuando los medios de comunicación callan y no hay debate público a la vista. El artículo 59 entró en vigor el 21 de mayo de 2024.
La indebida aplicación del RSI antes de ser modificado llevó a que las medidas de Covid fueran declaradas inconstitucionales en 3 ocasiones en España. Dos declaraciones de inconstitucionalidad por los dos estados de alarma y una tercera declaración del artículo 10.8 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa por otorgar al poder judicial competencias y atribuciones que corresponden únicamente al poder ejecutivo.
Debemos transmitir a nuestros representantes en la OMS que rechacen las enmiendas al RSI. Es la única vía que el propio RSI prevé para que nuestro país no se vea obligado a cumplirlo. No debemos ceder territorio a la OMS de ninguno de nuestros derechos humanos fundamentales; como el derecho a la libertad de expresión, como el derecho a cuestionar la ciencia. Es la única manera de que la ciencia avance. Los derechos humanos que la OMS nos quiere robar son inalienables e irrenunciables.
En definitiva, el drama entre la libertad y el control es un drama en el que todos estamos llamados a participar. Puede que la OMS esté en el centro del escenario por ahora, pero el destino de esta obra aún está por escribir. Depende de nosotros, como individuos y como sociedad, decidir si seguiremos siendo meros actores secundarios o si reclamaremos nuestro lugar en el escenario principal, al que pertenecemos.
La OMS se encuentra en una encrucijada crítica. Su papel en la regulación de la información sanitaria puede restringir significativamente la libertad de expresión y la soberanía nacional. Es esencial que la OMS adopte reformas que respeten la diversidad de opiniones científicas, promuevan la transparencia y mitiguen los conflictos de intereses.
La OMS se ha convertido poco a poco en un actor autoritario, en lugar de un defensor de la salud pública.
Miles de nuestros antepasados dieron su vida por defender las libertades fundamentales que ahora nos quieren hurtar por la vía de los hechos.
#StopOMS #StopTheWho #MédicosPorLaVerdad #DoctorsForTruth
Referencias:
SEVENTY-SEVENTH WORLD HEALTH ASSEMBLY A77/A/CONF./14 Agenda item 13.3 1 June 2024 International Health Regulations (2005) https://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA77/A77_ACONF14-en.pdf
Reglamento Sanitario Internacional: modificaciones answers/item/international-health-regulations-amendments
The New Amendments to the International Health Regulations https://www.thinkglobalhealth.org/article/new-amendments-international-health-regulations
Reuters. (2020). "Caught in Trump-China feud, WHO leader under siege." Reuters. https://www.reuters.com/investigates/special-report/health-coronavirus-who-tedros/
South China Morning Post. (2020). "Coronavirus: WHO head stands by his praise for China and Xi Jinping on virus.” https://today.line.me/hk/v2/article/yN0D7v
Mehra, M. R., Desai, S. S., Ruschitzka, F., & Patel, A. N. (2020). "Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis." The Lancet, 395(10240), 1820-1829. Retracted. https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(20)31180-6.pdf