Qué está pasando en la Asamblea Mundial de la Salud con la OMS: Cómo siguen las negociaciones
Discurso de Bielorrusia en la Asamblea Mundial de la Salud
El 28 de mayo de 2024, la representante de Bielorrusia presentó un discurso significativo en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, desentrañando sus críticas a las políticas predominantes, destacando varios puntos críticos respecto a la gestión global de pandemias y el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su discurso subraya la importancia de la soberanía estatal en la gestión de crisis sanitarias, y también cuestiona abiertamente la actual estructura de responsabilidades y exenciones otorgadas a las grandes farmacéuticas. Al resaltar la exención de responsabilidad de las farmacéuticas por los daños causados por sus "vacunas" experimentales, Bielorrusia expuso una problemática grave y a menudo silenciada en los círculos internacionales.
Soberanía estatal y gestión de pandemias
Uno de los puntos más destacados del discurso de Bielorrusia es el énfasis en la soberanía estatal como principio fundamental en cualquier acuerdo de pandemia. La representante bielorrusa argumentó que "la COVID-19 confirmó que el papel del Estado fue el factor decisivo en el control de la pandemia". Con este argumento se centró la idea de que los estados deben tener el control absoluto sobre las medidas adoptadas en sus territorios y fronteras, incluyendo el acceso del personal humanitario y el intercambio de patógenos.
Acceso humanitario y control de patógenos.
La representante de Bielorrusia señaló que el acceso sin obstáculos del personal humanitario debe ocurrir únicamente con el consentimiento del gobierno respectivo. Con esto subrayó la necesidad de respetar las decisiones soberanas de los estados en situaciones de emergencia. Además, en relación con el intercambio de patógenos, Bielorrusia enfatiza que no debería haber acceso no autorizado a estas muestras. Este punto es crucial para garantizar una distribución justa de los beneficios derivados de los patógenos, y para prevenir su uso malicioso en actos de bioterrorismo, subrayando la necesidad de controles estrictos.
La insistencia en controles estrictos y en la necesidad de acuerdos gubernamentales refuerza la posición de que los estados deben mantener la autoridad sobre los recursos biológicos dentro de sus fronteras. Este enfoque contrasta con las propuestas de algunos actores internacionales del tratado pandémico que buscan facilitar el acceso a estos recursos sin necesariamente contar con la aprobación estatal.
Responsabilidad de las farmacéuticas y la ética en la investigación
Otro punto crítico del discurso de Bielorrusia es su postura respecto a la responsabilidad de las farmacéuticas. La representante abordó la necesidad de que los productores de vacunas y otros medicamentos asuman la responsabilidad por sus productos y declaró: "el principio de que los productores de vacunas no tengan responsabilidad es algo que no podemos apoyar". Este enunciado refleja una profunda preocupación por la falta de rendición de cuentas de las grandes farmacéuticas, que a menudo están exentas de responsabilidad por los daños causados por sus productos, y refleja una demanda de mayor transparencia y rendición de cuentas en la industria farmacéutica. La exención de responsabilidad significa que las farmacéuticas no pueden ser demandadas ni consideradas responsables por los efectos adversos de sus productos.
La crítica a la falta de responsabilidad de las farmacéuticas, el uso de vacunas en sujetos humanos y ensayos no suficientemente controlados destaca una preocupación ética fundamental que busca asegurarse de que los intereses comerciales no sobrepasen la seguridad y el bienestar de las personas. Esta medida durante la era Covid se implementó inicialmente como una forma de incentivar la rápida producción y distribución de vacunas durante la declaración de emergencia sanitaria. Sin embargo, al estar completamente exentas de responsabilidad por los daños causados por sus vacunas experimentales, estas compañías operan sin temor a las consecuencias legales, una situación que deja a la población mundial desprotegida.
Se ha generado un terreno fértil para el abuso y la negligencia, donde las farmacéuticas, de acuerdo a los contratos que firmaron con los estados, no tienen que rendir cuentas por los posibles daños causados por sus productos.
La representante bielorrusa criticó la práctica de utilizar a personas como "conejillos de indias" lo que los convierte en poblaciones vulnerables. Con esta metáfora destacó la indignante realidad de cómo las personas se convierten en sujetos de prueba para medicamentos que no han sido suficientemente probados en condiciones controladas, y como táctica para verificar la eficacia de medicamentos que no han sido suficientemente probados. Lo que resalta es la necesidad de garantizar condiciones estrictas de seguridad y ética, protegiendo a los individuos de posibles daños derivados de productos insuficientemente probados. Sin embargo, la presión por producir rápidamente vacunas y otros medicamentos durante la era covid, bajo presión de tiempo y recursos, hizo que se omitieran fases o relajaran algunos protocolos que pudieron llevarse a cabo con menos rigurosidad ética, exponiendo a los participantes a riesgos no completamente evaluados; aumentando el riesgo de efectos adversos no anticipados, creando un ambiente en el que se expuso a las personas a riesgos significativos.
Este discurso es un claro desafío a las narrativas dominantes promovidas por la OMS que a menudo favorecen a las grandes farmacéuticas y a los estados más poderosos. Al cuestionar las exenciones de responsabilidad para las farmacéuticas y al llamar la atención sobre el uso de sanciones como herramienta política, Bielorrusia destaca la necesidad de un sistema más transparente y justo.
La falta de responsabilidad de las farmacéuticas crea un ambiente en el que la negligencia y los errores pueden pasar desapercibidos y sin consecuencias, incluso cuando se repiten en un bucle o loop infinito.
El hecho de que las grandes farmacéuticas estén completamente exentas de responsabilidad por los daños causados por las vacunas experimentales está siendo considerado, no a la ligera por miles de ciudadanos en el mundo, como un acto "criminal", lo que refleja una crítica severa a una política que ha dejado a millones de personas vulnerables a posibles efectos adversos sin ningún tipo de amparo legal.
Bielorrusia expuso una verdad incómoda pero necesaria.
La doble moral de la Unión Europea y su silencio
Es especialmente revelador que Bielorrusia haya sido el país que expusiera este tema en la Asamblea Mundial de la Salud. "Vergüenza" es lo que debe representar para la Unión Europea (UE) el no haber abordado esta problemática de manera proactiva. La UE, a menudo considerada un bastión de los derechos humanos y las normas éticas, ha permanecido en gran medida en silencio sobre la exención de responsabilidad de las farmacéuticas, lo cual es sorprendente y decepcionante.
La UE ha sido vocal en otros temas de derechos humanos y ética, pero su falta de acción en este ámbito sugiere una doble moral. Mientras que en otras áreas se mantiene firme en la protección de los derechos individuales, en el caso de las vacunas y los daños potenciales asociados, ha optado por alinearse con los intereses de las grandes farmacéuticas, permitiendo que estas operen sin las consecuencias que cualquier otra entidad enfrentaría en circunstancias similares. Esta crítica a la UE por su inacción en este ámbito refuerza la necesidad de un cambio en las políticas y prácticas actuales.
Medicamentos y geopolítica
Bielorrusia también abordó la preocupación sobre las restricciones al suministro de medicamentos, como formas tácticas que podrían ser utilizadas para ejercer presión política. La representante menciona que "algunos países no deseen incluir una obligación para las partes de no introducir restricciones al suministro de medicamentos", lo cual podría resultar en la utilización de estos recursos como herramientas de coerción en situaciones de crisis.
La importancia de la Soberanía Estatal
El énfasis en la soberanía estatal en un contexto donde las decisiones unilaterales de organismos internacionales pueden pasar por alto las realidades locales y las necesidades específicas de los estados miembros subraya la importancia de respetar y fortalecer la capacidad de los estados para gestionar sus propios asuntos, especialmente en tiempos de crisis.
El tratado de la OMS para la preparación y respuesta ante pandemias está suscitando críticas, especialmente de conservadores en EE. UU. y el Reino Unido. Estas críticas se centran en la percepción de que el tratado podría limitar la soberanía nacional y favorecer intereses privados.
La OMS ha defendido el tratado, rechazando las acusaciones de que limitaría la soberanía de los estados miembros. Según la organización, el tratado busca fortalecer la cooperación internacional y mejorar la respuesta global a las pandemias, no socavar la autoridad nacional.
Necesidad de financiamiento y transparencia.
Una de las preocupaciones planteadas es la necesidad de más financiamiento y la transparencia en la gestión de crisis. El tratado propone un financiamiento de 31 mil millones de dólares anuales, además de 10 mil millones para la promoción de las políticas de implementación de "One Health" durante varios años. Este elevado costo suscita dudas sobre la eficiencia y la rendición de cuentas en el uso de estos fondos.
Promoción de intereses privados
El tratado podría ser una herramienta para aumentar el poder de la OMS y promover intereses privados. Al centralizar más poder en la OMS, se podría facilitar la influencia de actores privados en las decisiones globales de salud, desviando recursos y atención de las necesidades reales de las poblaciones vulnerables.
No se cuestiona, ni se ha debatido ni evaluado críticamente la respuesta global durante la era Covid, salvo la ministra española de sanidad. Además, Mónica García se postula para la Junta Ejecutiva de la OMS, que está formada por 34 miembros elegidos por tres años, y es parte de la representación española en esta 77ª Asamblea Mundial de la Salud. Durante su intervención, dejó claro que apoya el acuerdo argumentado y que para ella es la forma de superar los errores cometidos durante la era Covid. El Dr. Fernando Simón hizo unas declaraciones a favor del acuerdo en la sede de Médicos sin Fronteras. Durante el discurso de la ministra, Fernando Simón se encontraba sentado detrás de la ministra. La ministra aseguró que el apoyo al Tratado pandémico es fruto del consenso, incluso mencionó a la sociedad civil. Cuando la realidad es que la sociedad civil no ha participado en lo más mínimo en conversación alguna sobre este propósito. Pero la crítica la podéis leer mejor en el diario 16, que publicó un artículo que expresa en un artículo de opinión un análisis del discurso de la ministra Mónica García.
Debates dentro de la AMS el día 29 de mayo de 2024.
Requisitos para viajeros internacionales: un control rígido.
Uno de los aspectos más debatidos en la AMS es la posibilidad de que los países puedan exigir a los viajeros un carné de vacunación, el uso de mascarillas, test, cuarentenas en hoteles y exámenes médicos. Estas propuestas buscan implementar medidas de control más estrictas, suscitando preocupaciones significativas sobre la libertad de movimiento y los derechos individuales.
Implicaciones para la libertad de movimiento
Imponer requisitos estrictos como el carné de vacunación podría limitar severamente la libertad de movimiento de las personas. Además, la posibilidad de que los países puedan exigir el uso de medicamentos específicos aprobados por sus propias agencias plantea problemas éticos.
La controversia del intercambio de patógenos
Otro punto candente en las discusiones de la AMS es la exigencia de que los estados compartan sus descubrimientos de patógenos con potencial pandémico con las farmacéuticas. La OMS argumenta que esto podría acelerar el desarrollo de vacunas y tratamientos. Sin embargo, algunos de los países han argumentado que ceden esta información y se encuentran comprando los mismos productos desarrollados a partir de sus propios descubrimientos, sin recibir una compensación justa.
Sudáfrica dio toda la información del patógeno pero no obtuvo beneficios por las vacunas que se desarrollaron a partir de su contribución al compartir su descubrimiento.
Un ejemplo claro es la variante ómicron. Sudáfrica descubrió la variante ómicron y la reportó, pero se vio obligada a comprar las vacunas actualizadas desarrolladas a partir de sus datos, sin recibir ningún beneficio económico por su contribución. Esto ha llevado a una creciente demanda de retribución económica por parte de los países que comparten información crucial sobre patógenos.
Otros críticos argumentan que las enmiendas propuestas al RSI y el tratado pandémico podrían fomentar la creación de una industria pandémica. Al incentivar económicamente a los países para que reporten patógenos con potencial pandémico, existe el riesgo de que se realicen más estudios de ganancia de función, los cuales aumentan la virulencia o transmisibilidad de los patógenos.
Ganancia de función: una amenaza a la salud global
Los estudios de ganancia de función han sido altamente controvertidos debido a los riesgos que conllevan. Estos estudios pueden, intencionalmente o no, crear patógenos más peligrosos, aumentando la posibilidad de brotes pandémicos. Si los países ven una retribución económica en el reporte de tales patógenos, podría haber un incentivo perverso para realizar más investigaciones de este tipo, aumentando el riesgo de una pandemia creada por el hombre.
Financiamiento y Transparencia: ¿Quién se beneficia?
La OMS ha propuesto un aumento significativo en el financiamiento, elevándolo a 31 mil millones de dólares anuales, con 10 mil millones adicionales para promover las políticas de "One Health". Este aumento de fondos ha generado críticas sobre la necesidad de tanta inversión y la falta de transparencia en la gestión de crisis sanitarias.
La influencia de actores privados
La OMS está bajo presión de actores privados influyentes como Bill Gates, fundador de Gavi y CEPI, organizaciones clave en la respuesta pandémica. En todo el mundo surgen las críticas que sugieren que estos fondos podrían beneficiar desproporcionadamente a las farmacéuticas y a las iniciativas respaldadas por estos actores privados, en lugar de centrarse en necesidades de salud pública más amplias y equitativas.
La crítica más severa es que la OMS, al respaldar estos acuerdos, podría estar facilitando un "contubernio mafioso" entre las farmacéuticas y las organizaciones internacionales. Esto podría llevar a una situación donde la salud global está dictada por intereses corporativos en lugar de las necesidades de las poblaciones vulnerables.
La falta de evaluación crítica de la respuesta a la COVID-19
Por qué no se ha realizado una evaluación crítica de la respuesta global de la era Covid. Sin esta evaluación, es difícil aprender de los errores del pasado, lo que podría llevar a la repetición de fallos estructurales en futuras respuestas a emergencias de salud; los mismos errores podrían repetirse.