Tratado de Pandemias, enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional
La OMS y la Dignidad: Un Debate sobre Soberanía Nacional
La Doctora Teresa Forcades en el contexto del II Congreso Internacional Médico, Científico y Jurídico de Médicos por la Verdad, celebrado en Pontevedra, nos ilustró con una ponencia magistral en la que nos alertaba sobre las pretensiones de la OMS. Su conferencia titulada “¿Qué se está negociando en estos momentos en la OMS y cuáles son sus implicaciones?”, puede verse íntegra aquí
Para los que seguís interesados en conocer a fondo este asunto, el presente substack compredereis que es de crucial interés para toda la ciudadanía.
La OMS y la Dignidad: Un Debate sobre Soberanía Nacional
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su afán por abordar las amenazas a la salud pública, la OMS ha propuesto enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y un Tratado que generan un debate sobre la soberanía nacional y los derechos humanos fundamentales.
Los Tratados Internacionales y la Soberanía Nacional
En la Unión Europea y en España, los tratados internacionales son considerados como el "Derecho primario" y tienen un rango superior a las leyes nacionales. Esto significa que los tratados pueden ser invocados directamente ante los tribunales y prevalecerán sobre las leyes nacionales en caso de conflicto. Esta normativa refleja la importancia de los tratados internacionales en la jerarquía legal de estos países.
La OMS y su Estatuto Jurídico
La OMS es una organización internacional que opera bajo su propia Constitución, que figura como un tratado internacional. Además, el RSI (Reglamento Sanitario Internacional) de 2005 también se considera una norma legal vinculante. España se convirtió en miembro de la OMS en 1952, y como miembro, está sujeta a las regulaciones y enmiendas propuestas por la organización. En España, la Constitución establece que los tratados internacionales forman parte del ordenamiento jurídico español y que, una vez publicados oficialmente, tendrán rango superior a las leyes.
Las Enmiendas al RSI y la Eliminación de la Dignidad
Una de las enmiendas propuestas al RSI están generando controversia, ya que elimina la frase "con pleno respeto a la Dignidad, Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de las personas" de su artículo 3. Esta eliminación plantea cuestiones importantes en relación con los derechos humanos y la dignidad de las personas.
Convención de Viena y las Limitaciones de los Tratados
Es importante destacar que los tratados internacionales, incluido el Estatuto de la OMS y el RSI, están sujetos a ciertas limitaciones. La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados establece que un tratado no puede invocarse para causar el incumplimiento de las obligaciones internacionales de las partes (artículo 5 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, adoptada en 1969). Además, un tratado es nulo si está en oposición a una norma imperativa de derecho internacional general (artículo 53 de la Convención de Viena). Esto significa que los tratados internacionales no pueden justificar el incumplimiento de normas fundamentales del derecho internacional.
Reestructurando el RSI y las Implicaciones para la Soberanía Nacional
Las enmiendas propuestas al RSI buscan reestructurar el reglamento, otorgando a la OMS un mayor poder para imponer medidas a los estados miembros en caso de amenazas a la salud pública. Esto incluye la implementación de un enfoque de salud biológica e informativa, así como la vigilancia y censura de la información que pueda contrarrestar la posición de la OMS.
El Debate sobre la Dignidad y la Equidad
La eliminación de la palabra "dignidad" y su reemplazo por la palabra "equidad" en el RSI está generando un debate sobre los valores fundamentales que deben regir las acciones de la OMS. La dignidad es un principio universal que debe ser respetado en todas las circunstancias, mientras que la OMS defiende la equidad como un valor esencial para abordar las disparidades en salud. Sin embargo, la equidad carece del rango de jerarquía en las normas que otorga la Dignidad mediante su protección jurídica en las constituciones nacionales y en Declaraciones Universales como la de Bioética (art.3) o el Convenio de Oviedo.
El Papel de la Soberanía Nacional en la Toma de Decisiones de Salud
El debate sobre la soberanía nacional se centra en quién debe tomar decisiones en materia de salud en un mundo globalizado. Los estados miembros deben mantener su autonomía y poder de decisión en asuntos de salud, mientras que la OMS sostiene que su director General es la única persona en el mundo que puede declarar el momento, en que de forma obligatoria debe producirse la cooperación internacional y la acción coordinada esencial para abordar las amenazas globales para la salud. A partir de ese momento ya no serían recomendaciones, sino medidas vinculantes de obligado cumplimiento bajo sanciones si fuera necesario.
La OMS como Organización Internacional y sus Desafíos
La OMS se encuentra en una posición única, cuya capacidad para influir en las políticas de salud de los estados miembros plantea cuestiones fundamentales sobre la soberanía nacional y los derechos humanos. No se reconocen en las pretensiones del director general de la OMS que quiera garantizar que las decisiones tomadas a nivel internacional respeten los valores fundamentales de la dignidad, sin menoscabar la soberanía nacional.
La Censura de Información en la Era de la OMS: Un Desafío a la Ciencia y los Derechos Humanos
En un mundo donde la información en redes fluye más rápido que nunca, la censura de la información se ha convertido en un tema candente, especialmente cuando se trata de cuestiones de salud o biología en medicina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) que incluyen la vigilancia y censura de la información que contradicen sus propias directrices. Este enfoque plantea desafíos fundamentales tanto a la libertad de expresión como a la esencia misma del método científico.
La Ciencia y su Espíritu Crítico
La ciencia se basa en la búsqueda constante de conocimiento a través del método científico, que implica la formulación de hipótesis, la recopilación de datos y la revisión continua de las teorías a la luz de nueva evidencia. La crítica y el escepticismo son elementos centrales de este proceso. Cuestionar, debatir y desafiar las teorías científicas es esencial para el avance del conocimiento.
Sin embargo, la propuesta de censura de información por parte de la OMS va en contra de este espíritu crítico. La idea de que la ciencia no puede ser cuestionada o debatida es contraria a la esencia misma del método científico. La ciencia no es un dogma, es un proceso en constante evolución que se basa en la capacidad de poner a prueba las teorías y refinarlas a medida que se obtiene nueva información.
Ejemplos Históricos de Errores Científicos
La historia está llena de ejemplos en los que la ciencia se ha equivocado, y en muchos casos, la corrección de esos errores se ha producido a través del debate y la crítica. Un ejemplo destacado es el caso de la talidomida en la década de 1950 y 1960. Esta droga se prescribía comúnmente a mujeres embarazadas como tratamiento para las náuseas matutinas, pero se descubrió que causaba graves malformaciones en los bebés. Fue gracias a la crítica y al cuestionamiento de la comunidad científica que se retiró del mercado y se tomaron medidas para garantizar la seguridad de los medicamentos.
Otro ejemplo es la teoría del flogisto, una antigua teoría química que sostenía que todas las sustancias combustibles contenían una sustancia llamada "flogisto". Esta teoría fue ampliamente aceptada en su época, pero finalmente fue refutada por nuevas investigaciones y experimentos. Si la ciencia hubiera sido censurada y se hubiera impedido cuestionar la teoría del flogisto, el avance científico se habría estancado.
El Caso de la Vacuna Pandemrix: Un Recordatorio de la Importancia de la Transparencia
La historia de la vacuna Pandemrix es un ejemplo destacado de por qué la censura previa de la información propuesta por la OMS podría ser peligrosa. La vacuna Pandemrix fue desarrollada en respuesta a la pandemia de gripe H1N1 en 2009 y fue recomendada por la OMS como parte de la respuesta global a la crisis de salud. Sin embargo, esta vacuna tuvo efectos secundarios inesperados, causando narcolepsia en algunas personas.
Si hubiera existido censura previa en ese momento, es posible que nunca hubiéramos conocido la verdad sobre los efectos adversos de la vacuna Pandemrix. Los informes sobre la narcolepsia como efecto secundario se destacaron gracias a la capacidad de los profesionales de la salud y los científicos para cuestionar y analizar la información disponible. Esta transparencia permitió una investigación más profunda y la retirada de la vacuna del mercado, evitando así una mayor propagación de la narcolepsia como efecto secundario.
El Despertar de la Verdad se encuentra en los Investigadores Independientes
En el caso de la vacuna Pandemrix, no fueron las instituciones oficiales ni las organizaciones de salud las que descubrieron los efectos adversos de la narcolepsia, sino más bien un grupo de investigadores independientes de países del norte de Europa, que encontraron más de una alteración estructural en la nucleoproteína, probablemente por defectos en la preparación de las vacunas (Antigenic Differences between AS03 Adjuvanted Influenza A (H1N1) Pandemic Vaccines: Implications for PandemrixAssociated Narcolepsy Risk). Estos valientes científicos, que no estaban vinculados a agendas políticas ni intereses ocultos, realizaron un análisis en profundidad de los datos disponibles y observaron una correlación alarmante entre la vacuna y la aparición de la narcolepsia en algunos pacientes.
Finlandia: mostró un riesgo de narcolepsia nueve veces superior en la población vacunada.
Suecia: mostró un riesgo cuatro veces superior en niños y adolescentes (menores de 20 años) vacunados, respecto a la población no vacunada de la misma edad. (Pandemrix: Casos de narcolepsia)
La AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) también emitió un comunicado en 2011 sobre el vínculo entre Pandemrix y la narcolepsia.
La EMA Agencia Europea del Medicamento tambien recomendaba la vacuna Pandemrix, a dia de hoy consta expresamente que es una autorización anulada.
Si esta situación ocurriera en un contexto de censura previa, es probable que estos investigadores independientes finlandeses Outi Vaarala et al. nunca hubieran tenido la oportunidad de exponer sus hallazgos. En lugar de ser elogiados por su trabajo en aras de la seguridad de la salud pública, podrían haber sido caricaturizados, desacreditados o eliminados de las redes sociales. La censura previa podría haber silenciado una voz crítica que resultó ser crucial para la identificación y resolución de un problema de salud pública.
La Amenaza de la Censura Previo: Un Dilema para la Sociedad
La propuesta de censura previa de la OMS plantea un dilema fundamental para la sociedad. La implementación de la censura previa puede llevar a la supresión injusta de puntos de vista legítimos y al ocultamiento de información crítica.
La narcolepsia relacionada con la vacuna Pandemrix es un recordatorio de que los efectos adversos de las intervenciones en salud no siempre son evidentes de inmediato y que se requiere tiempo para recopilar y analizar datos. La capacidad de cuestionar y debatir la información desempeñó un papel crucial en la identificación y resolución de este problema. Si se hubiera implementado la censura previa, es posible que nunca hubiéramos conocido la verdad sobre la relación entre la vacuna y la narcolepsia.
Libertad de Expresión y la Declaración Universal de Derechos Humanos
El derecho a la libertad de expresión, consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, es un pilar fundamental de la sociedad democrática. El Artículo 19 de la Declaración establece que "todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión". Esto incluye la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de cualquier tipo, sin limitación de fronteras.
La censura previa propuesta por la OMS pone en peligro estos derechos fundamentales. Restringir la capacidad de las personas para cuestionar y debatir la información, especialmente en el ámbito de la salud, debe ser considerado una violación de estos derechos.
Transparencia y Responsabilidad: Alternativas a la Censura
En lugar de implementar la censura previa, es fundamental que busquemos alternativas que equilibren la promoción de información precisa con la protección de los derechos fundamentales. La transparencia y la rendición de cuentas por parte de las instituciones de salud pública son esenciales.
Además, la promoción de la educación y la alfabetización mediática puede ayudar a las personas a discernir la información confiable de la desinformación. Brindar a las personas las herramientas necesarias para evaluar críticamente la información es una estrategia más efectiva que la censura previa.
El caso de la vacuna Pandemrix, que causó narcolepsia en multitud de personas, nos recuerda de forma alarmante lo que podría suceder si se implementara la censura previa propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La lección que podemos aprender del caso de la vacuna Pandemrix es que la censura previa de la información puede tener graves consecuencias para la salud pública. La transparencia y la capacidad de cuestionar y debatir la información son esenciales para garantizar que las decisiones en materia de salud estén respaldadas por la mejor evidencia científica disponible y no se basen en intereses ocultos o agendas políticas. El acceso a la información y la libertad de expresión desempeñaron un papel crucial en la identificación y resolución de un problema de salud pública, y estas libertades no deben ser socavadas por medidas de censura previa.
Desinformación no está definida
Definir con precisión qué constituye desinformación y quién tiene la autoridad para hacerlo es un desafío significativo. La desinformación puede variar desde teorías de conspiración sin fundamento hasta opiniones legítimas respaldadas por evidencia científica. Imponer una censura de información sin una definición clara y criterios objetivos es más que problemático ninguna norma legal la define lo que conduce al adoctrinamiento y la propaganda de quienes ostentan el poder económico en aras de conflictos de intereses. Y como hemos visto en la era covid conlleva a la supresión injusta de puntos de vista legítimos.
Derechos Humanos y la Declaración Universal
Como he mencionado, la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en 1948, establece en su Artículo 19 que "todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión". Esto incluye la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de cualquier tipo, sin limitación de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impreso, en forma artística o por cualquier otro medio de su elección.
La propuesta de censura de información por parte de la OMS plantea interrogantes; estas enmiendas son contrarias a los derechos humanos fundamentales, en particular, a la libertad de expresión. Restringir la capacidad de las personas para acceder a la información y expresar sus puntos de vista debe ser considerado una violación de estos derechos.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Además de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que entró en vigor en 1976, reconoce el derecho a la libertad de expresión en su Artículo 19. Establece que "toda persona tiene derecho a la libertad de expresión" y que este derecho incluye "la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole".
La propuesta de censura de información por parte de la OMS plantea cuestiones legales en cuanto a su conformidad con este pacto internacional, que es vinculante para los estados que lo han ratificado.
Equilibrio entre Seguridad de la Salud y Derechos Humanos
Se deben respetar los derechos fundamentales de las personas, incluida su libertad de expresión.
En lugar de imponer censura de información, es fundamental buscar un equilibrio entre la seguridad de la salud pública y el respeto de los derechos humanos.
La verdad a veces necesita tiempo para emerger, y la censura previa ahora denominada lucha contra la desinformación, podría evitar que llegue a la luz.